La biofábrica permitirá producir material vegetal de calidad y libre de patógenos, así como plantas endémicas de la región para su reubicación en ecosistemas degradados.
Impulsado por la Embajada de Francia en México, IFAL y ENGIE esperan contar con la participación de talentosas mujeres científicas e ingenieras comprometidas con la transición energética.