Gobierno, sociedad y empresas piezas clave para migrar a la movilidad eléctrica: La movilidad eléctrica en México es un tema de enorme interés, pero de significativo desconocimiento, por lo cual es importante educar a la industria y compartir la información disponible, pues todavía hay retos en toda Latinoamérica y a escala global sobre cómo impulsarla a través de las cadenas de valor y procesos de negocio, destacó Miguel Peña, Director Marketing y Producto de Element Fleet Management México durante el Panel: Un futuro más verde, una flota inteligente, organizado por la compañía.
Gobierno, sociedad y empresas piezas clave para migrar a la movilidad eléctrica
Durante el evento, Francisco Cabeza, Especialista de Electric Vehicles para Engie, dijo que hay tres pasos clave para migrar a la movilidad eléctrica, entre ellos: cuál es la unidad que más se adecua a las necesidades de operación, cuál es el cargador que mejor se adapta a las necesidades de las empresas y, por último, la capacidad eléctrica del predio y de las empresas que suministran energía.
Puntualizó que en lo referente al vehículo se deben considerar diversos aspectos fundamentales como cuántos kilómetros se recorren al día, volumen y peso, opciones de vehículos en el mercado, capacidad de batería suficiente para satisfacer las necesidades de kilometraje y la potencia de la recarga, lo cual resulta fundamental antes de migrar a la movilidad eléctrica.
Pablo Casellas, Director de Ventas Mega Flotas en Element Fleet Management México, destacó que hay mercados como China y Europa, donde se incentiva el uso del vehículo eléctrico ha crecido exponencialmente, aunque subrayó que no debe ser un asunto exclusivo del gobierno, sino que es una responsabilidad social responder ante este desafío y brindar soluciones.
Agregó que para migrar adecuadamente a la movilidad eléctrica se requiere de convencimiento y estrategia. “La transformación a flotas eléctricas es un must, no tenemos opción; simplemente en días pasados estuvimos en contingencia (en la Ciudad de México) y podríamos hablar de muchas cosas que están ocurriendo alrededor del cambio climático.
“No quiero ser catastrofista, pero yo diría que, desde el punto de vista de responsabilidad social, debemos disminuir nuestra huella de carbono. Y también está el tema de estrategia; tenemos un proceso muy claro de ocho pasos, que va desde definir metas y objetivos que tenemos para cubrir la responsabilidad social y rentabilidad, uso de nuestra flota, entender los incentivos que hay en el mercado y evaluar la infraestructura, además de implementar controlar y comunicar los resultados”, expresó el directivo.
Al respecto, Arturo Carranza, especialista energético y consejero independiente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), expresó que el sector transporte es uno de los principales emisores de contaminantes a escala global, al contribuir con 30% de las emisiones, lo que habla de una necesidad de introducir tecnologías limpias.
Dijo que hay una mayor conciencia por parte de los gobiernos sobre la utilización de energía eléctrica en el transporte, no sólo para el medio ambiente, sino en términos económicos, tanto para las finanzas públicas, como para los consumidores y ciudadanos, ya que el uso del auto eléctrico permite ahorros de hasta 70% en un periodo determinado, que uno de combustibles fósiles, aunque “en este sentido, las autoridades trabajan de manera, digamos, tímida, por darle un adjetivo, en una estrategia nacional de movilidad eléctrica, desde el lado de la eficiencia energética”.
Agregó que, a corto plazo, el panorama electoral que se dibuje después de las elecciones marcará en buena medida el rumbo de la agenda pública y las prioridades en materia energética y de movilidad, aunque el impulsor principal para lograrlo reposa en la iniciativa privada, ya que existe un interés real para fomentarlo, debido a que existe el conocimiento y disposición para acelerar la transición.
“La responsabilidad hoy en día transita por el sector privado; en la medida que fomente una concientización sobre los beneficios de la electromovilidad, en ese mismo sentido se va a poder aspirar a generar un ritmo más acelerado de transición”, puntualizó Carranza.
Francisco Cabeza abundó que al poner nuevas reglas de movilidad, se facilita el cambio hacia la electromovilidad. Los sistemas intermodales pueden ser un aliado para lograrlo, al hacer segmentos donde se implemente la secuenciación de servicios y se pueda alternar entre varios medios de transporte para reducir las emisiones y hacer más eficiente la movilidad dentro de las ciudades.
Esto cobra relevancia, si se considera que el porcentaje de electrificación en México es de 98.8%, según informó Carranza, por ello urgió a pensar en cuáles segmentos pueden ser más susceptibles para acelerar la transición, tales como mayores incentivos fiscales y el transporte público, y mediante cuáles acciones.
Mitos y realidades
Pablo Casellas consideró que la infraestructura es un reto, aunque el acceso a la energía eléctrica existe en cantidades suficientes.
“Tenemos todas las piezas del rompecabezas para resolverla de manera contundente. Los números dan. Nos gustaría que el día de mañana hubiera electrolineras como gasolineras hay; no son necesarias, nosotros podemos generar nuestros propios sitios de carga (…). Agarremos al toro por los cuernos y resolvamos el problema de la infraestructura, porque tenemos todos los elementos para hacerlo”, dijo.
México ocupa el lugar 18 a escala global en cuanto a infraestructura pública de carga para vehículos eléctricos, aunque los retos tienen que ver con la capacidad eléctrica y recarga inteligente, según Cabeza, lo cual se podría resolver con la instalación de medidores adicionales para usuarios residenciales e industriales.