Educación ética para el desarrollo sustentable: El desarrollo sustentable necesita de las mejores prácticas, y éstas sólo se alcanzan con educación en diferentes áreas, como lo son el cambio climático, la tecnología ecosistémica, la producción y el consumo.
Uno, como ciudadano y como catedrático, celebra que los programas de estudio de los distintos niveles educativos en nuestro país contengan el material y sugieran las estrategias para la educación para el desarrollo sustentable.
Para que la sociedad logre éxito ante los retos propios de la sostenibilidad en todos los niveles, es necesario que cada persona aprenda las habilidades indispensables para dicha misión, en la cual todos somos responsables.
Dicho aprendizaje se consigue si las personas son plenamente conscientes de la problemática y de la importancia que tiene su compromiso individual; esto lo requiere una actitud ética, es decir, una posición sustentada en una sólida base de valores y responsabilidad.
Los aprendizajes efectivos surgen de su significado, del sentido que tienen para quienes se educan tanto como para quienes educan. El significado de los aprendizajes se obtiene poniendo en juego los valores e intereses de los involucrados.
El desarrollo sustentable como reto educativo debe despertar interés en los estudiantes, llevándoles al compromiso por el bien común. No hay educación sin compromiso, ni compromiso sin valores. Ser responsables requiere de eso.
Cada individuo debe asumir un compromiso con la sustentabilidad; debe responsabilizarse. Esto significa que se requiere de una ética, un entendimiento y aceptación de valores.
Necesitamos una visión crítica y analítica de lo que estamos haciendo y en lo que estamos convirtiendo a nuestro entorno local, regional y global.
Autoridades educativas, directores escolares, orientadores educativos, profesores, entre otros, deben mostrar convicción con los valores y ser ejemplo de compromiso con la sustentabilidad, porque si los alumnos no lo ven, entonces muy probablemente no den importancia al tema y menosprecien la responsabilidad que se necesita para que sean agentes efectivos en esta urgencia global y vital.
Fuente: El Heraldo