Economía circular: ¿la cuadratura del círculo?: Nuestra sociedad vive un espectacular crecimiento de la demanda de recursos, con un modelo de desarrollo económico sustentado en el consumo de materias primas. Al respecto, la tasa anual de extracción de las mismas se multiplicará por 20 en el 2050 respecto a los niveles de 1900, hasta 140,000 millones de toneladas, según estimaciones de Ellen McArthur Fundation, referente en la materia.
Economía circular: ¿la cuadratura del círculo?
En este contexto, surge la economía circular como oportunidad para cambiar los paradigmas de producción y consumo. Las compañías vienen trabajando en reducción de mermas en los procesos de producción e iniciativas de recolección selectiva de residuos para reutilización y reciclaje. Pero el concepto de economía circular va más allá, aboga por una intervención integral sobre el ciclo de vida de los productos, con el potencial de la innovación y la generación de alianzas en la cadena de valor, desde proveedores a distribuidores, y la propia participación de los clientes y consumidores finales.
Las empresas que apuestan por un abordaje integral de la economía circular no sólo se benefician de una mayor eficiencia en el uso de los recursos, sino que aumentan su competitividad, reduciendo los riesgos de exposición a las fluctuaciones de precios de las materias primas y de escasez en el abastecimiento. Pero también evitan quedarse atrás ante las preferencias crecientes de los consumidores por el disfrute del servicio en detrimento del producto, el rechazo a la obsolescencia programada y la efervescente conciencia ambiental.
La colaboración con la cadena de valor es esencial para el desarrollo de estrategias de economía circular, desde la fase de diseño que detona el requerimiento de materias primas. Para incentivar a los proveedores a ofrecer materiales procedentes de aprovechamiento de residuos, es fundamental la implicación de la empresa-cliente y su potencial de compra, así como el establecimiento de equipos de trabajo conjuntos para la configuración de los diseños. Es asimismo importante trabajar en la desmaterialización de los productos, especialmente en lo relativo a empaques y embalajes, en este caso de la mano de los distribuidores. Del mismo modo, el establecimiento de redes para el aprovechamiento de los residuos de proceso, bajo la forma de subproductos, como ya planteaban los parques industriales de modelo ecosistémico en la Europa industrial de finales del siglo XX.
Grandes corporaciones están ya apostando por compromisos públicos en la materia, conscientes de los riesgos y oportunidades señalados, y de la preocupación de los inversionistas al respecto, como queda de manifiesto en la importante atención a la temática en el World Economic Forum (WEF) durante las últimas ediciones. Anunciada la alianza en la edición 2018 del WEF, las compañías que la integraban en ese momento ya representaban la generación de más de 6 millones de toneladas de envases de plástico al año, y se han ido sumando otras empresas. Todas se han comprometido a utilizar 100% de envases reutilizables, reciclables o compostables para el 2025, y ya empezamos a ver en los lineales de los supermercados las iniciativas que ha detonado.
Llegados a este punto es clave la sensibilidad del consumidor, que se presente en sus decisiones de compra y en sus actividades diarias, apostando por aquellas opciones del lineal planteadas con criterios de ecodiseño y reduciendo los requerimientos diarios de envases. Si bien la regulación puede empujar la conciencia, con normativas como las que se vienen desarrollando en la región para la retirada de las bolsas plásticas o las más avanzadas en Europa en torno a los productos de un solo uso, el ciudadano tiene que involucrarse en este movimiento. La suma de las motivaciones de cada uno de los involucrados en el ciclo de vida del producto permitirá un cambio en el modo de entender la producción y el consumo, necesario ante el crecimiento de la población, el agotamiento de los recursos y la contaminación del medio.
No es imposible, no estamos ante el problema irresoluble de la cuadratura del círculo.
*El autor es manager de Sustentabilidad en Valora Americas.