Desde la revolución industrial la relación entre el medio ambiente y el ser humano no ha sido la mejor. La mayoría de las veces encontramos malas noticias sobre cambio climático, deforestación, agotamiento de recursos o contaminación de océanos. Estas acciones nos afectan como sociedad y no estamos dejando el mejor futuro para las generaciones venideras.
Hablando específicamente de Latinoamérica, los recursos para devolver lo que la tierra nos ha dado son insuficientes. La realidad es que no hay una conciencia sobre el cuidado del medio ambiente a nivel global, empezando porque no se fomenta a una educación y un respeto por nuestro mundo desde pequeños y los recursos económicos con los que cuenta cada país siempre son enviados a otro tipo de problemáticas. Tampoco hay políticas públicas suficientemente eficaces e inteligentes que vean hacia el futuro y creen planes para mejorar la calidad de vida a largo plazo, y evidentemente no hay competitividad con los demás países que cuentan con mayor conciencia sobre sustentabilidad y responsabilidad social.
A pesar de este contexto pesimista del futuro existe gente capaz y preparada que tiene buenas ideas para cambiar nuestra realidad y dejar un legado limpio y tranquilo a las generaciones futuras. El problema de estas ideas es que en su mayoría se empiezan, pero no se terminan. Sabemos que la innovación en Latinoamérica está, pero estas ideas necesitan un plan de acción complejo, como todas las demás empresas. La innovación sustentable, además de aportar al medio ambiente, se debe difundir y después comercializar para poder expandir su impacto y contar con resultados medibles que repercutirán en nuestro futuro como planeta y como humanidad: para tener resultados se deben aportar mejores recursos.
Hace un año, el canal de televisión History Channel abrió una convocatoria para aquellas personas de Latinoamérica que tienen buenas ideas pero no cuentan con recursos suficientes para comercializarla y llevarla a cabo. Este proyecto, denominado “Una idea para cambiar la historia”, buscaba distribuir y presentar al público a aquellas personas que han imaginado cómo desarrollar un legado limpio para el planeta, que además tuviera un impacto útil y significativo para beneficio de las futuras generaciones. El premio, además del incentivo económico para desarrollar sus planes de negocios, fue el que tres de estas ideas tuvieran lugar en el futuro y produzcan un beneficio global que crezca y se extienda a todos los que habitamos este mundo.
Se recibieron miles de ideas de habitantes Latinoamericanos y al final se premiaron tres:
El primer lugar, con USD $60 mil, lo obtuvo Wiesner Alfonso Osorio Ocampo, de Colombia, quien creó una máquina capaz de generar energía eléctrica a partir del agua, separando el hidrógeno del oxígeno por medio de la electrólisis: a través de paneles solares fotovoltaicos, la energía absorbida desde el sol puede separar los elementos de cada molécula de agua, obteniendo un gas conocido como oxihidrógeno. Cuando el gas entra en combustión puede hacer funcionar cualquier tipo de motor, como el que alimenta a los generadores eléctricos, automóviles y motocicletas, entre muchas otras aplicaciones.
El segundo lugar, con USD $40 mil, fue para Hans Araya de Chile, quien pensó que cada hogar en el mundo, sin importar dónde sea, debe disponer de acceso a agua potable de un modo sencillo, eficaz y autónomo. Primero, mediante un filtro purificador, las partículas contaminadas de mayor tamaño son aisladas, luego el agua es desinfectada totalmente con un proceso de clonación y finalmente es ionizada con placas de cobre y plata electrificadas. Este sistema generado por un panel solar está diseñado especialmente para su aplicación en zonas rurales y de alto riesgo social.
Y el tercer lugar se lo llevó una idea que genera diesel y gasolina a partir de plásticos de la basura. Gerardo Nungaray, de México, diseñó una máquina capaz de generar gasolina o diesel a partir de la catalización de residuos plásticos. Su idea busca dar solución a la demanda de combustible y ayuda a reducir las enormes cantidades de basura que se generan a diario, al tiempo que fomenta la recolección y reutilización de los desechos aprovechables.
Tras el éxito masivo que el concurso generó, así como el interés de empresas que han contactado a los finalistas y ganadores, History Channel cree que Latinoamérica está listo para transcender en innovación y crecer junto a nuestro planeta, y anunció el lanzamiento de la segunda edición de “1 idea para cambiar la historia”.
La nueva convocatoria permitirá que los interesados inscriban sus ideas hasta el 28 de agosto y suban su descripción a www.tuhistory.com/1idea, y escoger la mejor categoría que mejor se ajusta a la estructura de su proyecto.
Este año el jurado estará compuesto por el Dr. Rene Drucker Colín, Científico mexicano especializado en Fisiología y Neurobiología y Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la capital mexicana, la Dra. Luz Gómez Pando de Perú, Ingeniera Agrónoma, Doctora y especialista en mejoramiento de plantas; Tomás Recart, Director Ejecutivo de Enseña Chile; Andy Freire, emprendedor del ámbito empresarial y social de Argentina, Gladis Miriam Aparicio Rojas, Profesora de Física e Investigadora de Ciencias de la Universidad Autónoma de Occidente en Colombia y Bernardo González–Arechiga, Licenciado en Economía y Rector de la Universidad del Valle de México.
Los proyectos del año pasado ya se están desarrollando y se ha necesitado tiempo para llevarlos a cabo. Nuestra generación está consciente de las cosas que tenemos que hacer para cambiar nuestra realidad y el futuro nunca es lejano, así que debemos pensar y tomar acciones, porque, por muy mínimas que parezcan, día con día cambian nuestro futuro y la forma en que vivimos.