Transitar hacia una logística verde, es ahora o nunca: Tenemos la responsabilidad de construir estrategias que limiten la emisión de gases contaminantes hacia el medio ambiente.
Transitar hacia una logística verde, es ahora o nunca
Todos, sin importar dónde nos encontremos, hemos sentido en carne propia los efectos del calentamiento global. Cada año el calor es más intenso, las sequías se vuelven más preocupantes y las lluvias e inundaciones son más fuertes, poniendo así en riesgo la vida de miles de personas y especies a nivel global.
De acuerdo con información de la NASA y de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional, los últimos 8 años han sido los más calurosos en la historia de nuestro planeta (desde 1880). En promedio, la temperatura de la tierra está 1.1° C más caliente en comparación al periodo de la primera revolución industrial.
Justamente las actividades humanas son las que han provocado un aumento en la emisión de los gases contaminantes hacia la atmósfera, causantes del efecto invernadero y en consecuencia, del calentamiento global. Entre estas actividades, una de las más comunes es la logística, que por su relación directa con el transporte de carga es responsable de generar entre el 24 y el 26% de las emisiones de CO2, según estudios recientes del Banco Interamericano de Desarrollo.
Lo anterior se ha acentuado aún más debido a la explosión de la demanda por envíos que trajo el comercio electrónico en los últimos años, a raíz de los confinamientos y el distanciamiento social. Tan solo en México el ecommerce creció 27% en comparación a 2020, según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online AMVO.
Seguramente durante los próximos años veremos cómo continúa este mismo patrón de crecimiento, probablemente movido por las exigencias de los usuarios e hitos de la contingencia. Ante esto, tenemos la responsabilidad de construir estrategias que limiten la emisión de gases contaminantes hacia el medioambiente, y un terreno que nos convoca a todos y todas (porque básicamente el planeta completo necesita de sus operaciones para abastecerse) es la logística.
En México, por ejemplo, existe el programa voluntario nacional “Transporte Limpio” cuyo objetivo es reducir el consumo de combustible, las emisiones y los costos de operación de transporte tanto de pasajeros como de carga, mediante la adopción de tecnologías y mejores prácticas.
En Brasil, por su parte, existe la iniciativa estratégica “Brazilian Green Logistics Program (PLVB)” cuyo propósito es capturar, consolidar y aplicar conocimiento con el objetivo de reducir la intensidad de las emisiones de GEI y mejorar la eficiencia de la logística y la carga nacional.
Si bien estos son ejemplos de iniciativas interesantes, son las empresas quienes deben ser capaces de plantear una estrategia de logística sostenible que esté a su vez en línea con sus objetivos de negocio y comerciales. El resultado será una operación más eficiente por medio de la utilización de menor cantidad de recursos o de alternativas que sean ecológicas y en definitiva, más responsables con el entorno.
Entre todos los planes para reducir la huella de carbono, la tecnología juega un papel fundamental que debemos aprovechar hoy más que nunca. Gracias a los desarrollos tecnológicos, podemos utilizar algoritmos matemáticos e inteligencia artificial para disminuir hasta en un 10% la flota vehicular que circula en las ciudades y reducir la emisión de contaminantes en un 30% mediante el uso de rutas más cortas y eficientes con menor requerimiento de combustible.
La inteligencia logística es una gran aliada del medioambiente y uno de los caminos más directos para transformar el proceso de entrega de mercancías que hoy conocemos en una verdadera logística ecológica, preocupada de minimizar, medir y compensar el impacto ambiental proveniente de las actividades correspondientes de la cadena de suministro.
Para llegar a un uso eficiente de los recursos debemos apelar a todas las herramientas tecnológicas que están avanzando a pasos agigantados, y probar combustibles alternativos y energías limpias para movilizar las flotas de transporte, sin embargo, esto no basta. También es necesario optimizar los envíos, las rutas y horarios en que se realizan las entregas para encontrar la forma más eficaz de movilizar los envíos, considerando factores relevantes para la eficiencia como los volúmenes de tráfico en las calles, el peso de las cargas asignadas a los vehículos, entre muchos otros.
Estas opciones están hoy al alcance de nuestra mano: es un hecho, podemos aportar a la lucha por la defensa del medioambiente implementando una herramienta tan beneficiosa como la logística inteligente. Depende de nosotros hacer algo hoy y no sufrir aún más las consecuencias del cambio climático. Ya no hay tiempo que perder.
Autor: Álvaro Echeverría, CEO y founder de SimpliRoute.