El cambio climático causado por el incremento en la concentración de gases de efecto invernadero a la atmósfera es el reto global más urgente.
Actualmente en México no se puede pensar en la vivienda sin la sustentabilidad, por lo que considerar los tres aspectos y beneficios fundamentales en este ámbito como: entorno social, ecológico y económico, han sido un eje fundamental dentro de la actual política de vivienda.
La vivienda es el elemento más grande y por ello genera el mayor impacto en cuestiones de desarrollo urbano, de ahí que la relación que guarda con el medio ambiente no puede pasar por alto, ahorrar en emitir estas emisiones a nuestra atmósfera es un compromiso que todos podemos afrontar desde nuestro hogar.
Se calcula que actualmente un 8 por ciento del total de las emisiones de dióxido de carbono emitido a la atmósfera es atribuible a las viviendas, la media se sitúa en 1,300 kg de CO2 anual por vivienda. Por otra parte, el ordenamiento territorial resulta clave y urgente, las viviendas ubicadas en zonas intraurbanas pueden emitir 35 por ciento menos gases invernadero que las zonas que se encuentran sin equipamiento (lejos de las zonas urbanas).
Nuestra reflexión al respecto es que una vivienda que es sostenible puede llegar a reducir hasta 50 por ciento las emisiones, sin que ello implique grandes gastos para la economía familiar, considerando que en un corto plazo de tres años el ahorro es cuantificable y la contribución al medio ambiente sin duda será redituable para las próximas generaciones.
El cambio empieza en nosotros mismos, pero de la misma forma todos los involucrados en el sector debemos intervenir.
Pensemos si nuestra propia vivienda contribuye con el medio ambiente, si hacemos un aprovechamiento inteligente de los recursos naturales cuando las construimos al utilizar materiales de la región, si cuenta con energías renovables, reciclables y que no generen altos desperdicios para contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero o, si con pequeñas acciones como la reducción del consumo eléctrico al hacer el cambio de focos ahorradores, calentadores de energía solar, captación de aguas, etcétera, logramos cierta diferencia.
Los países como México en vías de desarrollo, tenemos una gran oportunidad para tomar las decisiones correctas de orientar este crecimiento hacia una tendencia mucho más eco sostenible, tanto para mejorar nuestra calidad de vida como para cuidar a las generaciones futuras.
Fuente: Milenio