La Fundación Pon a rodar mis sueños entregó 175 bicicletas a niños de comunidades rurales que caminan más de 40 minutos para llegar a la escuela. El INEGI señala que más de 14 millones de niños asisten a clases caminando.
La Fundación Pon a rodar mis sueños entregó 175 bicicletas a estudiantes de la Escuela Telesecundaria “Miguel N. Lira”, ubicada en San Andres Ahuashuatepec, Municipio de Tzompantepec en el estado de Tlaxcala y a la Escuela Primaria Federal “Ignacio Allende”, ubicada en la comunidad de la Loma en Aquixtla, Puebla. En ambas escuelas los alumnos caminan más de 40 minutos para poder llegar a sus escuelas todos los días.
De acuerdo con datos del Censo de Maestros, Escuelas y Alumnos de Educación Básica elaborado por el INEGI, en México 14 millones 688 mil 295 alumnos acuden a su Centro de Estudios a pie. De ellos, 40 mil 328 (0.17 por ciento) tarda más de dos horas en trasladarse de su casa a la escuela.
Ciento setenta y cinco estudiantes de Tlaxcala y Puebla recibieron una bicicleta que ayudará a disminuir el trayecto que realizan diariamente para poder llegar a sus escuelas. La donación de estas bicicletas fue posible gracias el apoyo de la empresa Tele Urban y Bicicletas Monk. Además, la Fundación Pon a rodar mis Sueños contó con el apoyo de la Fundación Fraterna Hoy, quienes se han sumado a este esfuerzo, que tiene como objetivo disminuir el cansancio físico y mental al que se enfrentan estos niños, lo que sin duda se reflejará en estudiantes más motivados y con mayor aprovechamiento académico.
Según los datos obtenidos por el INEGI en el 2014, la mayoría de los niños que acuden a estudiar a pie se concentran en los estados de Chihuahua (5,252 menores), Guerrero (3,178), Veracruz (3,174); Puebla, Estado de México y Jalisco (con más de 2 mil alumnos cada uno), así como el Distrito Federal (4,746 niños) y Oaxaca con más de (1300 niños), que además de trasladarse a pie, lo hacen en las peores condiciones, pues en varias localidades carecen de, incluso un camino de terracería.
Alberto Moreno Galindo, fundador de Pon a rodar mis sueños, comentó: “Queremos sembrar la semilla de la amistad y la esperanza en estos niños, que han tenido que caminar horas para poder asistir a la escuela. Cuando les entregamos la bicicleta, les hablamos sobre: esperanza, persistencia y perseverancia, que son los valores que les ayudará a cumplir sus sueños en un futuro, si logramos llegar a alguno de ellos, entonces será cuando tengamos éxito como Fundación”.