La creación de los índices sustentables sucede como una reacción en cadena ante el surgimiento del Índice Dow Jones.
La sustentabilidad apremia a los inversionistas internacionales que poseen 35% del valor de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pero también a las 30 empresas con mayor bursatilidad que se adhirieron al IPC sustentable, empresas que buscan ser sostenibles. En el mercado de capitales hay 145 empresas al mes de noviembre.
Jesús González Arellano, socio en Sostenibilidad de KPMG México, explicó que los índices de sostenibilidad nacen para darle al inversionista una selección de empresas que le aseguren que se han analizado y revelado los temas de sostenibilidad de largo plazo, pues ahora necesitan saber la reputación, que demandará la comunidad, que son temas relevantes a futuro.
En el mundo, la creación de los índices de sostenibilidad se debe a una reacción en cadena ante el surgimiento del primero, el índice Dow Jones Sustainability Indexes 1999, al cual le sigue el FTSE4good, en Gran Bretaña, después el de Johannesburgo (2004), en Sudáfrica, en Brasil el ISE-BOVESPA (2005), en India (2008 Globescan); en China (2010 Hang Sen ECPI Italia) y en el 2011 Shanghai Stock Exchange; y finalmente el IPC sustentable de México en el 2011.
Marta Vaca Viana, directora del proyecto de Evaluación del índice de sostenibilidad de la BMV por la Universidad Anáhuac, creadora del índice, explicó que el otro factor de la creación del índice fue “la presión ejercida por los inversionistas internacionales que tienen su dinero en el mercado de valores de México, quienes demandaron ya no sólo rendimientos al invertir en el IPC, sino una muestra de empresas socialmente responsables, con prácticas de medio ambiente responsables, pero sobre todo con buenas prácticas de gobierno corporativo y transparencia”.
En la creación del índice, la Universidad Anáhuac desarrolló una metodología propia para evaluar en sustentabilidad a las empresas mexicanas que cotizan en la BMV, por lo que Marta Vaca advierte que no es ni una copia, ni una adaptación de las metodologías que utilizan Eiris (Experts in Responsible Investment Solutions), evaluadora inglesa cuyo socio en México es Ecovalores, o la del índice sustentabilidad del Dow Jones.
Ecovalores y la Universidad Anáhuac realizan la evaluación y calificación propia de las empresas mexicanas seleccionadas por la BMV, y al final hacen un comparativo de ambas calificaciones.
Lo gratificante de tal comparación, asegura la académica de la Anáhuac, es que al final de cada proceso las evaluaciones son similares, a pesar de las metodologías diferentes, lo cual es un indicador de la objetividad de ambos índices.
Marta Vaca dijo que la fortaleza del índice de BMV respecto de Eiris es que le da mayor importancia al gobierno corporativo, en tanto que Eiris es más riguroso en medio ambiente, aunque ambas metodologías le dan el mismo peso a la responsabilidad social.
“En la comparación final de los dos rankings, la Anáhuac aporta 90% en gobierno corporativo porque éste es el corazón de la empresa; Eiris 90% en medio ambiente, pero en responsabilidad social ambos aportan 50%”, precisó la directora del Proyecto.
Con relación al porqué del predominio del componente corporativo en el IPC sustentable, Marta Vaca explicó que ello obedece a que lo que más buscan los inversionistas para tomar la decisión de invertir en una compañía son los asuntos de gobierno corporativo, el cual se refiere al consejo de administración, a los valores de la empresa, al comité de auditoría, a la independencia de los consejeros, a la separación del control, “por eso la metodología le da un mayor peso al gobierno corporativo”.
Dijo asimismo que, en cuatro años de experiencia, en las emisoras que han calificado ha habido una evolución en las prácticas de gobierno corporativo, además de que en general las empresas que cotizan en Bolsa poseen un mínimo en gobierno corporativo, pero no obstante esto último la diferencia con lo que exige la ley estriba en que ésta exige un mínimo en gobierno corporativo, en tanto que el IPC sustentable exige máximos.
“De los índices de sustentabilidad que existen en el mundo, el más robusto, es el de la BMV, el cual se ha mantenido así en el histórico de los cuatro años. ¿La clave de ello? “La universidad Anáhuac ha sabido entretejer la parte teórica de la sustentabilidad corporativa e irla adaptando a la realidad de las empresas mexicanas y del contexto del mercado mexicano”, precisó.
La diferencia con el distintivo ESR es que es una autoevaluación, pero para ser parte del IPC sustentable un evaluador externo te califica con base en información pública. Esto hace la evaluación más objetiva e impulsa a que las empresas sean más transparentes, a que difundan estas buenas prácticas en sus grupos de interés relevante.
Emisoras que participan en el IPC sustentable de la Bolsa
En el mes de enero, la Bolsa Mexicana de valores (BMV) comparte a Ecovalores y a la Universidad Anáhuac una lista de las 70 emisoras que se evaluarán a partir del mes de mayo. La BMV las elige con base en criterios de flotación, es decir que por los menos 30% de sus acciones estén en el público inversionista, o por un mínimo de capitalización bursátil de 10,000 millones de pesos al año.
La Universidad Anáhuac y Ecovalores las califican con base en información pública, y de éstas 70, sólo 30 podrían ser parte del índice de sustentabilidad. Sin embrago, hasta ahora sólo 28 emisoras han cubierto los criterios para ser parte del índice. El IPC sustentable sólo reconoce a las 30 mejores basado en la síntesis de los ranking de la Anáhuac y de Ecovalores.
Fuente: El Economista