La comunicación del desempeño relacionado con el gobierno corporativo y los aspectos sociales y ambientales ha crecido de manera destacada entre las empresas mexicanas desde finales de los años 90, en que se dieron los primeros casos.
Ello ha ido de la mano del mayor interés de los inversionistas y el potencial de estas publicaciones como herramienta de relacionamiento con el resto de grupos de interés.
Los informes de sustentabilidad permiten dar a conocer cómo la compañía gestiona los principales impactos y riesgos sociales y ambientales, incluyendo una descripción de cómo se toman las decisiones, de manera que se complementa, e incluso integra, con las tradicionales publicaciones del desempeño financiero. Asimismo, estas publicaciones actúan como herramienta de gestión, al favorecer el relacionamiento de las áreas al interior de la compañía y al monitorear indicadores que no se estaban levantando o bien no se incluían en los scorecards habituales, pero que cada vez están más presentes en las evaluaciones de los proveedores de capital.
En el actual escenario de dificultades de acceso al capital para las empresas, en un contexto de contracción de la economía global, es clave atraer a unos inversionistas cada vez más alerta de los impactos y riesgos sociales y ambientales. Más allá de la inversión socialmente responsable, que considera métricas para estos aspectos junto a los tradicionales indicadores financieros, se trata de información que ha desbordado este nicho y se va extendiendo.
En México, se está produciendo una tendencia a la consolidación de los informes de sustentabilidad e integrados, herramientas fundamentales en la comunicación del desempeño. Estas semanas, en EY México lanzamos el primer estudio sobre la situación de la práctica en el país, centrada en el bienio 2012-2013. Tomamos este periodo por los importantes cambios acecidos en el mismo, con la publicación de la última versión G4 de la metodología de GRI, referencia a nivel internacional para la elaboración de los informes de sustentabilidad, y el Marco , primer estándar internacional para el desarrollo de informes integrados.
Con una cantidad de informes cifrada en 97 para el desempeño 2012 y 104 para 2013, destacan las grandes empresas con un 68%, si bien existe una presencia destacada de Pymes, considerando el especial esfuerzo que supone para ellas. La práctica tiene importancia como herramienta de relacionamiento ojalá con el mayor número posible de grupos de interés, como “tronco del árbol” para posibilitar contenidos adaptados a las particularidades de algunos de ellos (“ramas”).
En el caso de los inversionistas, la vinculación queda patente con la emisión de informes de sustentabilidad o integrados por el 38% de las compañías que cotizan en la Bolsa de Valores de México (BMV), sin que exista obligación al respecto. La fracción asciende al 74% entre los integrantes del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC).
La metodología desarrollada por Global Reporting Initiative (GRI) es la más destacada a nivel internacional y también en México, habiendo sido desarrollados conforme a la misma el 75% de los informes no financieros emitidos en relación al bienio 2012-2013. De este modo se extienden unas directrices comunes, con una metodología que promueve asimismo informar de aquello que es material para la compañía, es decir, de los temas que son clave considerando los impactos, riesgos y estrategia, desde la perspectiva interna y la de los grupos de interés.
Quedan por sumarse muchas compañías a esta creciente corriente, que fortalece la gestión corporativa y la confianza de aquellos que tiene su capital, esfuerzo y/o tranquilidad depositada en el quehacer presente y futuro de las compañías.
Autor: Pablo del Arco F. – Consultor Senior de Cambio Climático y Sustentabilidad en EY México para Mundo Ejecutivo