Ahora más que nunca, los grises:
- En un mundo fragmentado y lleno de desconfianza nos toca como #RockstarsEnSostenibilidad promover el entendimiento.
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Ahora más que nunca, los grises
Crecí creyendo que lo más inteligente, poderoso y adecuado era tomar postura sobre las ideas, intereses o enfoques. Crecí pensando que no posicionarme en un solo lado de la moneda, me hacía tibia. Me hacía débil.
Siempre luchando para hablar más y callar menos, parecer menos tibia y más segura de mi posición emitiendo juicios sobre aquello que no se apegaba a mi forma de ver la vida. Después me rendí y esto me permitió desarrollar mi capacidad de análisis y de escucha. Afortunadamente.
¿A qué viene todo esto? ¿Alguna vez has escuchado aquella frase que dice, “La vida no es en blanco y negro; tiene algunos matices grises» de Pilou Asbaek? Pues yo he decidido adoptar esta reinterpretación de la misma: “En un mundo de blanco y negro, ser gris es de valientes”. Te cuento.
Opiniones y Artículos
En los últimos días he leído varios artículos y opiniones entorno a los avances en ESG y sostenibilidad. Que si las empresas hacen o no hacen, o los gobiernos, o las personas.
Sobre el greenwashing, pinkwashing, socialwashing; sobre si la tecnología es o no un medio para dar solución al cambio climático; sobre la incongruencia que se vivió entorno al mundial, el deporte y los derechos humanos.
Sobre si la COP27 dejó muchos temas pendientes en la mesa; sobre si vamos lento en las metas al 2030 e incluso si la Cumbre de Líderes de América del Norte fue o no un fracaso.
Un mundo fragmentado
El punto es que en un mundo fragmentado y lleno de desconfianza nos toca como #RockstarsEnSostenibilidad promover el entendimiento, sentirnos cómodas y cómodos proponiendo acciones y tomando decisiones desde una escala de grises.
Siendo críticas pero propositivas, cuestionando pero colaborando. Levantando la voz sin temor a parecer tibias o demasiado duras.
Aunque no nos guste, la posibilidad de un cambio acelerado está en manos de quienes ocupan las posiciones más privilegiadas, aceptemos que en esos mundos de privilegio habrá muchas cosas que van en contra de la sostenibilidad, encontraremos muchas incongruencias. Pero no debemos pelearnos.
Seamos menos carceleros y más analíticos del sistema. Tomemos perspectiva. A mí me gusta practicar la conexión con lo más íntimo de las personas, sus alegrías y sus miedos (sus blancos y negros); y a partir de ahí participar de diálogos transformadores.
Recordemos que, si un componente tiene el desarrollo sostenible, es que sólo se puede lograr con el cambio de mentalidad de quienes lideran países, comunidades o empresas.
**Claro, y una que otra regulación o auditoría, pero de eso hablaremos en otra ocasión.