Voluntarios de 3M transforman positivamente la vida en comunidades: Imagina la siguiente escena: Las manos se hunden en el recipiente y emergen a los pocos segundos, con una pequeña porción de masa que pronto toma una forma esférica. Después, las mismas manos la depositan en la prensa y presionan hasta convertirla en un disco plano de masa, que ahora es depositado en el comal caliente. El proceso continúa de manera acelerada, pero hay un problema: ya no hay espacio en el comal. Las manos se detienen y esperan. Saben que perder demasiado tiempo equivale a producir menos tortillas, pero no tienen otra opción. Toca esperar.
Voluntarios de 3M transforman positivamente la vida en comunidades
La escena anterior pertenece a la comunidad de Piedra Grande, en Huixquilucan, en dónde un grupo de mujeres de la comunidad decidieron emprender su negocio de producción y venta de tortillas. Dar ese paso no fue sencillo, ya que su comunidad se encuentra dentro de las localidades con los dos mayores grados de rezago social del municipio. De las 158 casas que conforman a la comunidad, 56 carecen de drenaje, 38 de excusado y 27 de agua entubada. Ante tales retos, 3M se unió con Fondo Unido-United Way México y el Grupo para Promover la Educación y el Desarrollo Sustentable A.C. (GRUPEDSAC) para ayudar los habitantes de Piedra Grande a través de distintos proyectos.
A lo largo de una jornada de intenso trabajo, los voluntarios de 3M se dividieron en distintos grupos para ayudar a cubrir el mayor número de necesidades dentro de la comunidad. Una de las primeras labores a realizar fue la instalación de huertos en llantas en el traspatio de las casas. Con esta tecnología, de manera ecológica y a un bajo costo, se generan vegetales orgánicos para el autoconsumo de las familias. Además, los huertos permiten que la comunidad aprenda sobre la importancia de una alimentación y vida saludables.
Otra de las labores de los voluntarios fue la construcción de sanitarios secos, que permiten la separación de desechos sólidos y líquidos. Con ello, se obtienen beneficios para la salud de la comunidad, así como espacios dignos para que atiendan sus necesidades. Aunado a esto, los sanitarios secos representan beneficios para el medio ambiente, ya que permiten reutilizar los desechos para fertilizar la tierra.
La siguiente tarea de los voluntarios involucró el mejoramiento de dos cisternas de ferrocemento que fueron construidas como parte de sus actividades anteriormente. Estas estructuras captan aguas pluviales y aseguran el acceso al agua para la comunidad. Como parte de su actividad, los voluntarios de 3M las pintaron con pintura de nopal. Esto no sólo las embellece al darles color, sino que las impermeabiliza y protege contra futuras cuarteaduras.
¿Recuerdan la escena con la que abrimos este texto? Los voluntarios de 3M tampoco la olvidaron y construyeron estufas industriales patsari para permitir que las mujeres aumenten su producción de tortillas. Gracias a esto, no sólo se beneficia a un negocio comunitario, sino que se apoya a la ecología al disminuir la deforestación y emisión de gases tóxicos, a la vez que de dignifica a las mujeres, que ya no deben de trabajar hincadas.
Voluntariados como el de 3M México muestran que es posible transformar la vida de comunidades enteras con una visión integral, que toma en cuenta aspectos tanto sociales como ecológicos. ¡Gracias a los voluntarios por su energía y disposición! Sin ustedes nada de esto sería posible.
Fuente: Fondo Unido