México podría superar los mil millones de toneladas de CO2 en las siguientes décadas:
- A pesar de que el sector empresarial tiene un papel crucial en esta problemática, un alto porcentaje de CEOs en México no ha aumentado su inversión en prácticas sostenibles.
- Sin embargo, algunas empresas como Tork están demostrando que es posible implementar iniciativas efectivas para reducir la huella de carbono, como el aprovechamiento de residuos para mejorar el suelo y fabricar ladrillos.
México podría superar los mil millones de toneladas de CO2 en las siguientes décadas
El aumento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) es una de las principales causas del cambio climático. En 2022, las emisiones globales de CO2 procedentes de combustibles fósiles alcanzaron los 36.099,81 millones de toneladas. Esta cifra evidencia la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar este impacto ambiental.
México se encuentra entre los diez países que más contribuyen a las emisiones globales de CO2. Según datos de la Iniciativa Climática de México (ICM), las emisiones mexicanas podrían aumentar hasta un 59,8% para el año 2050 si no se toman medidas en la transición energética.
Ante este panorama, el sector empresarial juega un papel fundamental en la reducción de emisiones. Sin embargo, una encuesta de PwC reveló que el 65% de los CEO en México no ha modificado su inversión en materia sostenible en los últimos cinco años. Además, cuatro de cada diez encuestados consideran que la complejidad regulatoria ha obstaculizado sus acciones climáticas.
Iniciativas empresariales destacadas
A pesar de los desafíos, algunas empresas están implementando iniciativas innovadoras para reducir su huella de carbono. Un ejemplo es Tork, líder en productos y servicios de higiene, que ha implementado un programa en su planta de Uruapan, Michoacán, para aprovechar su relleno sanitario como mejorador de suelo y para la formación de ladrillos. Gracias a esta iniciativa, se han empleado al menos 44.605,95 toneladas anuales de residuos.
El cambio climático es un desafío global que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Si bien las emisiones de CO2 continúan en aumento, es fundamental que las empresas adopten prácticas sostenibles y que los gobiernos implementen políticas que fomenten la transición hacia una economía baja en carbono. La adopción de medidas ambiciosas en la presente década es esencial para evitar impactos irreversibles en el futuro.