La sustentabilidad es más que una moda, es el eje de negocio que mantendrá a las marcas dentro del mercado.
Marcas que dentro de sus estrategias de comunicación y mercadotecnia hacen evidentes las acciones que realizan a favor del medio ambiente es una de las tendencias más relevantes en los últimos años, debido a que lo que se conoce como economía verde se ubica como un de los pilares en los planes de negocio de las empresas frente a coyunturas económicas poco favorables.
No obstante, y a pesar de los esfuerzos que muchos sectores empresariales ya realizan al respecto, en México falta un amplio camino por recorrer.
Números verdes
Al respecto, como lo indican desde la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), hasta finales del año pasado se estimaba que la producción sustentable de bienes y servicios representaba apenas el 1.04 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, lo que equivale a 139 mil 964 millones de pesos y a la generación de 776 mil 214 empleos.
Impulsar el crecimiento y consolidación de los planes de negocio verde es un necesidad que debe ser atendida a través de acciones conjuntas entre gobierno y empresas, no sólo en la medida en que esto protegerá el bienestar del medio ambiente, sino además es una piedra angular para blindar a la economía y a las empresas frente a la coyuntura económica actual.
Jorge Carlos Carpio, líder de sustentabilidad para México y El Caribe en Unilever, destaca que “integrar una marca a la economía verde tiene potencial de lograr un mayor impacto en los diferentes aspectos de la sustentabilidad y si sumamos todos los factores implicados, seguramente la aportación que se agregará permitirá reducir los impactos negativos sobre la economía mundial. La estrategia de minimizar el impacto ambiental de los productos pensando en la aplicación de conceptos como el de economía circular desde su diseño, manufactura, almacenamiento y transporte, tiene a su vez beneficios tangibles en la cadena de valor, lo cual se considera parte de un crecimiento sustentable”.
Integrar una marca a la economía verde tiene potencial de lograr un mayor impacto en los diferentes aspectos de la sustentabilidad
Sin economía verde, no hay negocio
En este sentido, hablamos de procurar un circulo virtuoso en donde para las marcas entrar a la economía verde no significa una opción; este aspecto cada vez resulta más una obligación debido a que, por un lado, las empresas deben asegurar la supervivencia de los insumos utilizados en la producción de su oferta comercial, mientras que por otro, es un aspecto vital para ganar la preferencia del consumidor en el mercado.
A decir de Pina Gervassi, directora del Consejo de Administración Forestal (FSC) para México y Latinoamérica, “el compromiso ambiental hoy en día pasa a ser una necesidad. La sustentabilidad además de ser un tema ambiental tiene que ver con aspectos económicos. Esto porque los recursos naturales sostienen a los mercados globales. Si estos se acaban, se acaba también la fuente de ingresos de las empresas. Por otro lado, los consumidores cada día toman más conciencia de la importancia de conservar el medio ambiente y ser responsables en su consumo por ello prefieren a las marcas que también lo son”.
Ser verde es un reto
Si bien el efecto que las acciones a favor del medio ambiente tienen en la imagen y negocio de las marcas es entendido dentro del sector empresarial, la realidad es que subirse a esta tendencia implica más que ejecutar campañas de comunicación puntales.
En la visión de Alejandro Cortés, director de mercadotecnia de Bridgestone Latin America North, “la protección y conservación del medio ambiente es un campo que requiere conocimiento y tecnología para tener un impacto positivo y rentable”.
La idea es compartida por Jesús Escalona, gerente de marca para Timex México, quien afirma que “es importante la comunicación y unión entre las empresas y el gobierno. Con esto podemos lograr una mayor difusión y por ende llegar a más gente para que las acciones en favor del medio ambiente abarquen más proyectos en mayores regiones del país y del mundo”.
Sumarse a la economía verde representa una ventaja competitiva al mediano y largo plazo misma que implica incorporar las acciones referentes al modelo de negocio y asignar una parte del presupuesto a estas iniciativas, por lo que es necesario apalancar la cultura sustentable en todas las etapas de la cadena de valor, ya que de lo contrario esto último sólo representará un gasto para la compañía y no una inversión.
Fuente: Merca2.0