Crowdfunding como mecanismo de inclusión financiera: El acceso a un financiamiento adecuado es uno de los principales retos a los que se enfrenta cualquier emprendedor. Más aún cuando se trata de jóvenes, mujeres y/o grupos vulnerables, quienes tradicionalmente han sido los más excluidos o, simplemente, proyectos de impacto social, cultural o artístico, que sin los fondos suficientes tal vez no podrían realizarse.
Crowdfunding como mecanismo de inclusión financiera
Así, muchas veces y por diversas razones, este tipo de emprendedores no consideran al sistema tradicional de financiamiento como su opción más viable, optando por mecanismos alternos como el crowdfunding o financiamiento colectivo, que a nivel internacional muestra crecimientos exponenciales, principalmente en Estados Unidos, Europa y Asia.
El crowdfunding es un modelo que permite la obtención de recursos para financiar o fondear un determinado proyecto o emprendimiento a partir de pequeñas aportaciones de una amplia base de donantes, fondeadores o inversionistas, a través de plataformas en línea en las que se exponen los proyectos, sus características y necesidades de financiamiento.
Así, por ejemplo, una pequeña fundación podría obtener donativos en apoyo a su causa, o un escritor independiente podría fondear la edición e impresión de su primer libro con un esquema de recompensas incrementales de acuerdo al monto de las aportaciones que reciba. En ambos casos (donativos y recompensas) estaríamos hablando de la modalidad no financiera del crowdfunding.
Pero también existe el crowdfunding financiero (basado en la obtención de un crédito o en la venta de acciones o la participación sobre sus ventas futuras), en el cual un emprendedor podía financiarse mediante préstamos peer-to-peer de diversos inversionistas o vía accionistas o socios que estén dispuestos a apostar por el éxito futuro de su negocio.
Independientemente de los riesgos que el modelo pudiera presentar, en cualquier modalidad, el financiamiento colectivo tiene la capacidad de impulsar la innovación, crear empleos, diversificar la actividad económica y contribuir a una mayor igualdad de ingresos por la democratización del acceso al financiamiento, pero también por la generación de conocimiento directamente del mercado, a través de las tecnologías digitales.
En el caso particular de México, desde hace algunos años hay diferentes plataformas de crowdfunding operando, y que desde finales del 2014 están agrupadas en la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo, AC (AFICO).
Por su parte, la Universidad Anáhuac, a través de la Aceleradora de Negocios IDEARSE-Anáhuac, es la agencia ejecutora del proyecto Crowdfunding México, una iniciativa del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo, que busca acelerar el ecosistema de financiamiento colectivo en México a través de una serie de actividades para promover el emprendimiento, la innovación y la inclusión financiera.
Para ello, se trabaja con emprendedores, inversionistas, las propias plataformas de crowdfunding a través de la AFICO, y diversas instancias del gobierno interesadas en el tema, como son el Instituto Nacional del Emprendedor, Nacional Financiera, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Oficina de Coordinación de la Estrategia Digital Nacional de la Presidencia de la República.
De esta manera, Crowdfunding México suma esfuerzos y genera sinergias a fin de apoyar el desarrollo de un ecosistema de crowdfunding sostenible en México, mejorando el acceso al financiamiento no tradicional y la retroalimentación del mercado (propios de la era digital) y, a la vez, contribuye a regular adecuadamente este mercado, para lograr la efectividad de las políticas públicas en esta nueva vía de inclusión financiera.