México: una de las economías emergentes contemporáneas. Gozamos de una riqueza cultural y ecológica que pocos países pueden presumir: con 672 sitios arqueológicos, más de 55 mil monumentos históricos y 309 museos, México ha logrado atraer la atención de sin fin de viajeros.
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el turismo en México es responsable por el 14.8% del PIB. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los estados de la república cuentan con rasgos y atractivos inigualables, SECTUR revela que actualmente 65% de las visitas internacionales y 31% de las nacionales se concentran sólo en tres destinos de playa. ¿De qué nos estamos perdiendo?
La Sierra Gorda de Querétaro, por ejemplo, es una reserva ecológica que cubre una tercera parte del estado de Querétaro. Ésta es reconocida por Earthcheck y por el Consejo Global de Turismo Sustentable como una de los mejores destinos sustentables a nivel mundial.
Desde 1987, el Grupo Ecológico Sierra Gorda ha trabajado de cerca con más de 35 mil personas en 600 comunidades de la región para lograr tal reconocimiento. Originalmente una zona rezagada, sumida en la pobreza y desconectada del resto del estado por falta de accesibilidad, hoy la Sierra es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Cuenta con cinco templos franciscanos, más de 2,300 especies de plantas, 110 mamíferos, 339 aves y 800 especies de mariposa, más de 54 opciones de alojamiento, ríos, cascadas, senderos, una ruta gastronómica y numerosas fiestas y tradiciones.
Según el periódico El Economista, al menos 85 pequeñas y medianas empresas han surgido a raíz del desarrollo turístico en la región, beneficiando a las comunidades locales económicamente y favoreciendo su desarrollo. A través de alianzas estratégicas, el proyecto propuesto por Grupo Ecológico Sierra Gorda ha brindado capacitación a locales sobre temas de turismo, administración y sustentabilidad. Además, ha brindado empleo en centros de acopio y apoyo económico a los campesinos que decidan llevar a cabo actividades de conservación en su propiedad.
Gracias a estas iniciativas, la Sierra Gorda es un destino en crecimiento. En los últimos años su popularidad ha aumentado exponencialmente, recibiendo 117,563 turistas en 2014 con una derrama económica de 518 millones de pesos según datos de SECTUR. Sin embargo, tal crecimiento puede representar un grave peligro para la zona sin la planeación adecuada. Si bien hasta el momento Grupo Ecológico Sierra Gorda y sus aliados han sabido manejar efectivamente el desarrollo de la zona, 400 mil hectáreas no pueden ser controladas por una sola entidad.
La tala y la minería ilegal siguen siendo un problema frecuente que enfrenta la reserva. Según el actual gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, en Pinal de Amoles 84% de la población local todavía vive en pobreza extrema y no tiene la posibilidad de beneficiarse del turismo dada su escasa accesibilidad. Con oportunidades nulas, la ilegalidad se vuelve una medio común para combatir el hambre. Además, de no instaurar medidas preventivas, el congestionamiento podría ser una realidad a futuro que también degrade el medio ambiente – destruyendo el atractivo que atrajo a tantas personas en primer lugar.
La Sierra Gorda de Querétaro es una joya del estado de Querétaro que ha cobrado visibilidad y reconocimiento a nivel internacional.
Sin embargo, pareciera ser que en México todavía no la vemos. Sin un estudio minucioso que determine la extensión de la pobreza en la región y el impacto que el turismo ha tenido y puede tener, estamos perdiendo su riqueza día a día ante la falta de oportunidades.
Quizá sea hora de quitar la mirada del horizonte y colocarla un poco más cerca de casa. Después de todo, el pasto siempre será más verde en jardín ajeno si no regamos nuestro propio patio trasero.
Autor: Lourdes Zamanillo – Síguela en Twitter: @lula317