Además de conseguir una alimentación sana, libre de residuos, transgénicos o pesticidas, estos grupos ayudan a revitalizar el campo y la economía local así como a fomentar el consumo responsable.
Para el 70% de las personas de escasos recursos que viven en zonas rurales, la agricultura es la principal fuente de ingresos y de trabajo. Crear un grupo de consumo es la manera más fácil y rápida de colaborar con los agricultores y mejorar nuestra alimentación.
Beneficios para los integrantes de un grupo de consumo
- Precio más accesible: el precio es más bajo, si se les paga a los productores directamente. De esta manera, los alimentos ecológicos no tienen porqué resultar más caros que los convencionales.
- Los alimentos son de mayor calidad: maduran de forma natural hasta su momento óptimo de consumo y tienen el máximo de nutrientes.
- Los grupos se reúnen y promueven la alimentación sana, el comercio justo, el consumo consciente, hábitos respetuosos con el medio ambiente, etc.
- Comodidad: muchas veces es más práctico recibir una entrega regular en casa en lugar de ir de compras.
Beneficios para el agricultor o productor de un grupo de consumo
- Aumento de los ingresos: aunque a través de los grupos de consumo se pague menos que los precios de las tiendas, el agricultor está recibiendo más por sus productos, ya que, el importe lo recibe íntegramente.
- Predecir ingresos e incrementar el efectivo: en algunos casos, los cultivos son plantados sin saber si alguien comprará la producción. Los grupos de consumo pueden comprometerse a pagar por adelantado o regularmente, y pueden realizar pedidos por adelantado y proporcionar al agricultor un mercado seguro.
- Simplifican los procesos de distribución y se sienten motivados.