BBVA México anunció el cierre de la 2da. edición del Reto Nacional de Sostenibilidad “Juntos por el agua en México“, en alianza con el Consorcio UNAM-TEC. La iniciativa destinó un financiamiento de siete millones de pesos para impulsar cinco proyectos innovadores enfocados en la captación, limpieza y tratamiento del agua. El reto busca mitigar la crisis hídrica nacional. Demuestra que la colaboración entre el capital privado y el talento académico es la fórmula clave para generar soluciones escalables y con alto potencial de impacto social.
BBVA México impulsa cinco proyectos innovadores que buscan contribuir a mitigar la crisis hídrica en México
El Reto Nacional de Sostenibilidad “Juntos por el agua en México” ha concluido su segunda edición. Esto confirma el éxito de la alianza entre BBVA México y universidades. La iniciativa canalizó siete millones de pesos hacia cinco proyectos innovadores en etapas tempranas de desarrollo. Facilitó que científicos y emprendedores prueben sus soluciones en ambientes reales.
Ricardo Fernández de Mazarambroz, director de la Red Banca Mayorista y de Sostenibilidad de BBVA México, comentó que la plataforma creada permite que el talento canalice esfuerzos hacia un objetivo común: la preservación y saneamiento de agua. El directivo enfatizó que la crisis hídrica no es solo un asunto ambiental. También es una problemática socioeconómica que impacta negativamente la estabilidad económica nacional.
Esta colaboración es vital para el país. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), más del 70% de las presas monitoreadas en México presentaban algún grado de sequía a finales de 2024, lo que resalta la urgencia de proyectos que mejoren la captación y el reúso eficiente del recurso.
La ciencia y el emprendimiento en la economía circular
Entre los proyectos innovadores seleccionados, destacan iniciativas de alta madurez tecnológica (TRL 7). El Proyecto Enjambre ha demostrado su eficacia en la recolección y trituración de residuos flotantes en entornos reales. Priorizó un enfoque de economía circular para valorizar los materiales recolectados. Su diseño robusto permite una escalabilidad inmediata.
En la misma categoría de científicos, NixtaCycle permite el reúso del agua en el proceso de nixtamalización, ofreciendo el potencial de recuperar la hidroxiapatita, un subproducto de alto valor agregado. Este prototipo ya demostró su eficacia en una tortillería de Atlixco, Puebla, prometiendo una reducción sustancial de efluentes altamente alcalinos.
En la categoría de emprendimiento, BIOTAR presenta una tecnología mexicana para el tratamiento descentralizado de aguas residuales domésticas. Su principal mejora tecnológica es el desarrollo de un nuevo Nanofiltro que utiliza fotocatálisis para una desinfección del agua significativamente más efectiva. Los resultados iniciales, evaluados por el Centro del Agua del Tecnológico de Monterrey, son prometedores.
Soluciones replicables para la escasez urbana e industrial
Otros proyectos atacan problemáticas específicas. La iniciativa “Cero Descarga” busca modernizar el tratamiento de aguas residuales en granjas porcícolas al integrar Biorreactores de Membrana (MBR) en sistemas lagunares, lo que producirá agua de alta calidad para reúso agrícola.
Por el lado urbano, el Proyecto ATL-59 es una innovación mexicana diseñada para mitigar la escasez de agua en la vivienda vertical. El sistema compacto transforma espacios subutilizados, como balcones y ventanas, en puntos activos de recolección de agua de lluvia. Este proyecto ya demostró rendimientos de hasta 120 litros por semana en la Ciudad de México. Tiene potencial de escalamiento a más de 900,000 hogares verticales.
Pedro Castillo Novoa señaló que el Consorcio UNAM-TEC ha construido una fórmula que funciona. Identifican un reto real, activan el talento académico y lo acompañan hasta convertirlo en propuesta tecnológica con aplicación directa.
En conclusión, la finalización de esta edición del Reto Nacional de Sostenibilidad establece un modelo claro donde el capital financiero de BBVA México converge con la innovación tecnológica de la UNAM-TEC para enfrentar la crisis hídrica. Los cinco proyectos innovadores seleccionados ahora entrarán en un programa de aceleración de 10 semanas, buscando multiplicar su impacto a nivel nacional.





