Hace ya casi cinco años, Fondo Unido México en alianza con Conagra Foods México, visitó la comunidad de Comederito en Guanajuato para llevar un programa de educación nutricional para fomentar la buena alimentación y la importancia de balancear comidas para tener un mejor desarrollo.
En Fondo Unido México trabajamos sobre los pilares de salud, educación y sostenibilidad de ingresos, y el proyecto que llevamos a esta comunidad en Guanajuato fue una manera de abordar los tres de ellos. La dinámica consistió en llevar a nutriólogos a que hicieran pruebas de anemia y mediciones de peso, talla y estatura a los niños de las escuelas locales para después poder entregarles planes de alimentación que funcionaran de acuerdo a sus necesidades.
Entre los niños que participaron en este proyecto, se encontraba July, una niña de cuatro años que estaba aterrada con la idea de que le picaran el dedo para sacarle una gotita de sangre. July en ese momento fue diagnosticada con anemia, al igual de muchos de sus compañeros que junto con ella tuvieron la oportunidad de aprender sobre “El Plato del Bien Comer” y la importancia de alimentarse sanamente todos los días.
Este mes, regresamos a Comederito con una nueva actividad. Esta vez, en conjunto con los empleados de la Planta Silao de General Motors, construimos hornos ecológicos para que la comunidad sea más auto-sustentable. La mejor sorpresa de regresar, fue encontrarnos con July, quien ahora tiene nueve años y es la número uno en aprovechamiento educativo en su escuela.
Hasta la fecha, la familia de July tiene “El Plato del Bien Comer” pegado en su refrigerador y lo siguen consultando para balancear las opciones que tienen para comer durante el día. Su madre Maribel se ha esforzado por implementar los aprendizajes que tuvo sobre la alimentación y los resultados se ven reflejados en el nivel académico que hoy tienen sus dos hijos, ya que una buena alimentación es la clave para tener un mayor aprovechamiento educativo.
Su familia se dedica a vender quesos y tienen la posibilidad de hacerlos en un horno ecológico idéntico al que ahora más familias de la comunidad de Comederito tienen acceso gracias a los donativos y esfuerzo de los empleados de General Motors en Silao.