Desde las ciencias sociales se considera que el gobierno es el primer sector, lo financiero, industrial (fines de comercio) y económico como el segundo sector, y como tercer sector se habla de organizaciones de la sociedad civil (OSC).
Estos tres actores de alguna forma son las que cubren lo que ninguna de las dos esferas anteriores alcanza a cubrir como indigencia, discapacidad y una interminable lista de problemáticas sociales y medio ambientales.
Todos sabemos que las las OSC se perciben como poco transparentes, sin embargo un solo día sin estas nos dejaría, como humanidad, en ruinas. Como ejemplo, tan sólo contemplemos la falta de La Cruz Roja por un momento, esta organización mundial opera sin fondos de gobierno ni de empresas, funciona por lo que nosotros los ciudadanos donamos. La mayoría de estas organizaciones no tiene la finalidad de lucrar por lo que se ven maniatadas al tratar de conseguir fondos para seguir operando.
Esto aunado a programas de responsabilidad social empresarial que dirigen los ejes de importancia a atender, limitan las oportunidades de fondeo de las OSC. Sin embargo y debido al aumento poblacional, las problemáticas sociales y medio ambientales sólo han incrementado. Para encarar esto nace el cuarto sector como una opción hibrida entre fin social y/o medio ambiental pero con fines de lucro.
Es el balance entre ayudar y no aprovecharse. Este ganar-ganar que se identifica como shared value (valor compartido) del que se habla en la edición del Harvard Business Review en su edición enero-febrero 2011, en donde se entiende que se pueden generar negocios para aliviar, y no solo atender, los problemas humanos. Si bien no es un concepto nuevo, como mexicanos nos es imposible pensar en una empresa con fines sociales, pero no hay mejor manera de explicar lo que el cuarto sector es. Es un ayudarte para ayudarme, y no al revés. Basado en emprendurismo social que localiza y se cubre una necesidad social/ medio ambiental y al mismo tiempo se pretende “vivir” de el desarrollo de dicha actividad.
De este rubro se desprende una gran parte de proyectos de innovación social que refuerzan el concepto de ciudadanía, sin depender de la filantropía. Algunos ejemplos comunes de empresas de cuarto sector son es el Banco Grameen o los zapatos Toms.
Autor: Elsa Ontiveros es profesora del Departamento de Humanidades del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro. enontiver@itesm.mx
Fuente: OEM Querétaro