Organizaciones de la Sociedad Civil urgen a apoyar el desarrollo de pequeños productores mexicanos, tras los sucesos de San Quintín.
ANEC, Ashoka, El poder del consumidor, Fundar y Semillas de Vida se solidarizan con los trabajadores agrícolas de San Quintín y se unen para llamar la atención sobre la necesidad de mejorar las condiciones de vida de las personas que aseguran alimentos para el país, tanto los pequeños productores como los jornaleros. La protesta de los jornaleros, quienes exigen mejores salarios y condiciones de trabajo es solo un botón de muestra de la realidad de los campesinos mexicanos, quienes trabajan en condiciones de explotación y desigualdad.
Con el paro laboral de los jornaleros de San Quintín se exigía la incorporación de estos trabajadores al IMSS, el establecimiento de políticas públicas que protejan y garanticen sus derechos, desde salarios justos y dignos hasta la protección a su salud frente a los agroquímicos. Sin embargo, al bloquear la carretera Transpeninsular, policías estatales, federales y miembros del Ejército mexicano realizaron un operativo para desalojarlos que culminó con 200 detenidos de quienes se desconoce su ubicación.
“Los jornaleros agrícolas de San Quintín, como la mayor parte de los jornaleros agrícolas que laboran en México, lo hacen en condiciones que existían hace 50 años en los Estados Unidos. En el caso de San Quintín la mayor parte del producto va justamente para el mercado estadounidense” dijo Fernando Bejarano González, director de la Red de Acción en Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM).
“Los jornaleros se apoyan en el trabajo de sus parejas y sus hijos porque se les paga a destajo. El producto de la labor de todos ellos, se suma al pago que se hace al padre o madre de familia; en el mejor de los casos, únicamente el jornalero es considerado asalariado. La necesidad de la gente obliga a que los niños se incorporen al trabajo para asegurar los ingresos suficientes para una familia”, mencionó Adelita San Vicente de Semillas de Vida.
Organizaciones de la Sociedad Civil reconocen las demandas de los jornaleros. ANEC, Ashoka, El poder del consumidor y Fundar buscan mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores en nuestro país, a través de:
- Redistribución de los subsidios productivos para que apoyen de manera representativa a los campesinos.
- Revalorización del pequeño productor y su papel fundamental como agente económico.
- Propuesta de una política pública diseñada participativamente con los pequeños productores, la sociedad civil y el sector público.
“La alta concentración de subsidios en los grandes productores, además de quitarle el sentido lógico al subsidio de revertir problemas estructurales de la economía, incrementa la división social e imposibilita el crecimiento y el desarrollo económico del país.”, dijo Regina Ganem de Fundar.