Lanzado en junio del año pasado por el gobierno colombiano, el Plan Decenal de Futbol 2014-2024 busca que el aficionado pueda vivir la fiesta del futbol en paz sin que haya más víctimas de la violencia relacionada con ese deporte.
En Colombia existe una iniciativa de política pública para erradicar la violencia dentro y fuera de los estadios.
El plan también pretende resaltar el papel integrador que tiene el futbol para la sociedad y las nuevas generaciones.
El programa marca la ruta de acción que adoptará el país para fortalecer sus políticas de seguridad, comodidad y convivencia relacionadas tanto con el futbol profesional como con el futbol aficionado y recreativo no asociado; también establece el impulso del futbol como herramienta de transformación social en los siguientes años, todo ello en concordancia con las normas internacionales que regulan esta actividad deportiva.
El Plan Decenal reconoce al futbol recreativo como un instrumento pedagógico que permite a través del juego formar en valores, ciudadanía, convivencia, tolerancia y respeto por el otro, y que puede ser aplicado indistintamente en todos los estratos socio-económicos, etnias y sexos.
A pesar de que históricamente el futbol se asume como un deporte masculino, actualmente en Colombia cobra relevancia entre las mujeres y las comunidades étnicas, pues es practicado por 34% de las niñas y adolescentes en el país y por 85% de la población indígena y afrocolombiana.
Dicho plan aborda dos perspectivas: una de corto plazo, la cual se dirige al control y prevención de las manifestaciones violentas asociadas al futbol mediante la consolidación de las medidas y acciones policiales; el fortalecimiento de la Comisión Nacional y las comisiones locales de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Futbol; el desarrollo de planes y protocolos de seguridad y contingencia que se aplicarán dentro y fuera de los estadios, y el afianzamiento tecnológico al interior de los mismos.
Por otra parte, una estrategia de largo plazo constituida por acciones de formación en convivencia y derechos humanos; creación y ejecución de oportunidades de educación, de trabajo y de aprovechamiento del tiempo libre por parte de los jóvenes, y preparación en participación y apertura de los espacios de discusión para la incidencia de los jóvenes en las políticas públicas que les afectan.
Esto es sólo un ejemplo de cómo se pueden enfrentar problemas de la más diversa índole utilizando como herramienta el deporte más popular del mundo.
Los cambios que se han dado últimamente en la Federación Mexicana de Futbol, además de estar buscando la maximización de ganancias, deberían considerar acercarse al gobierno federal para atacar las problemáticas que aquejan a nuestro país. Colombia está dando el ejemplo, ¿por qué México no?
*Director de ACCSE Querétaro, agencia de consultoría en responsabilidad social y desarrollo sustentable.
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