Cómo la responsabilidad social impulsa la investigación médica inclusiva en México:
- MSD en México fomenta la participación de minorías en estudios clínicos, superando barreras lingüísticas, económicas y geográficas.
- Un 37% de pacientes indígenas en 2023 demuestra el éxito de estas iniciativas, mejorando la salud y el bienestar para todos.
Cómo la responsabilidad social impulsa la investigación médica inclusiva en México
La búsqueda de avances científicos siempre ha sido un pilar fundamental para el progreso humano. Sin embargo, para que estos descubrimientos beneficien a toda la sociedad, es crucial que la investigación sea inclusiva y refleje la diversidad de la población. En México, el compromiso con la creación de una ciencia que represente a todos es una prioridad, especialmente en el ámbito de los estudios clínicos.
La diversidad como pilar de la investigación clínica
En la actualidad, empresas como MSD en México lideran la iniciativa para integrar a las minorías y comunidades históricamente subrepresentadas en sus estudios clínicos. Y es que la diversidad es un factor determinante en la investigación, pues no todas las poblaciones responden de la misma manera a los tratamientos. Actualmente, MSD en México tiene 97 estudios clínicos activos con la participación de 1,676 pacientes, buscando mejorar la salud y el bienestar de cada mexicano.
Desafíos en el camino hacia la inclusión
A pesar de los notables avances, México enfrenta barreras significativas que dificultan la participación plena de las minorías en los estudios clínicos. Una de las más importantes es la diversidad lingüística, un obstáculo cultural considerable. Michelle Argüelles, directora de Operaciones Clínicas para Latinoamérica en MSD en México, explica con cercanía: “Muchas comunidades indígenas hablan lenguas nativas y no dominan el español, lo que complica la comunicación efectiva sobre los detalles y beneficios de los estudios clínicos”. Además, la verdad es que en algunas comunidades, las creencias tradicionales y el uso de tratamientos naturales pueden prevalecer sobre la medicina moderna, limitando su participación en investigaciones científicas.
Aunado a esto, se suman las barreras económicas y geográficas. Muchas personas sin acceso regular a servicios de salud, o que viven en condiciones socioeconómicas precarias, simplemente no están informadas sobre los estudios clínicos, o pueden priorizar necesidades básicas antes que su participación en una investigación. Asimismo, las comunidades en zonas rurales o remotas, con infraestructura de transporte limitada, suelen tener dificultades para llegar a los centros de investigación, lo que restringe su participación en estos ensayos vitales.
Iniciativas para tender puentes y fomentar la equidad
Conscientes de estos desafíos, en 2023, MSD en México implementó dos iniciativas clave para aumentar la participación de minorías en estudios clínicos, con un enfoque particular en la población indígena y afrodescendiente. Argüelles detalla estos esfuerzos: “La primera fue la consolidación de información documental para ayudar a los investigadores a informar a sus pacientes sobre la alternativa que ofrecen los estudios clínicos. Por otro lado, desarrollamos un programa de entrenamiento directo a dichos investigadores sobre cómo acercarse a esta población”.
Estos esfuerzos han rendido frutos notables. En 2023, un impresionante 37% de los pacientes que participaron en estudios clínicos en el país se autodenominaron indígenas, lo que representa un total de 444 pacientes. En lo que va de 2024, este porcentaje se ha mantenido, alcanzando 447 pacientes, con varios meses aún por delante. Entre las etnias participantes se encuentran tzotziles, otomíes, zapotecos y mixtecos, lo que refleja un avance significativo hacia una mayor diversidad en la investigación. Esto no solo mejora la calidad de la investigación, sino que también fortalece el compromiso con la priorización de las necesidades de los pacientes, colocándolos en el centro de cada acción y decisión.
Mirando hacia un futuro inclusivo
En línea con los esfuerzos globales, en MSD en México continúan alineados con guías internacionales, como las publicadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sobre planes de acción de diversidad. La sostenibilidad de estos esfuerzos es clave para asegurar que la investigación beneficie a todos.
El compromiso con la investigación inclusiva va más allá de un simple cumplimiento; es una filosofía que busca crear un entorno donde cada persona, sin importar su origen, pueda ser parte activa en la ciencia que define el futuro de la salud. Es un claro ejemplo de cómo la responsabilidad social y el marketing de valores se unen para construir un mundo más equitativo.