En el marco del Día Internacional del Voluntariado, Volkswagen de México reconoció la labor de más de 400 colaboradores que participaron en su programa de voluntariado corporativo. Durante 2025, la compañía realizó 27 jornadas en Puebla y Silao. Donaron un total de 2,884 horas de voluntariado. Estas acciones beneficiaron a 12,587 personas y reafirmaron el compromiso de la empresa con el impacto social. Lo hicieron a través de proyectos de salud, medio ambiente e infraestructura educativa.
Volkswagen de México impulsa el cambio con la fuerza solidaria de su comunidad de voluntarios
El programa de responsabilidad social de Volkswagen de México se consolidó este año como una fuerza viva. Esto conecta a la organización con las necesidades de su entorno. A través de 27 eventos estratégicos, el personal de las plantas de Puebla y Silao demostró una convicción profunda por transformar comunidades mediante la empatía. En consecuencia, la donación de tiempo y esfuerzo se tradujo en una mejora directa de la calidad de vida para miles de familias.
En la región de Silao, Guanajuato, se llevaron a cabo eventos enfocados en la salud emocional y la restauración ambiental. Por ejemplo, en la jornada “Cocina con el Corazón”, voluntarios apoyaron en la preparación de desayunos para estudiantes de primaria. Promovieron el acceso a una alimentación saludable. Por otra parte, el compromiso con el entorno natural se manifestó en la plantación de 700 árboles. Esta fue una acción fundamental para mitigar los efectos de la crisis climática en la zona.
La relevancia de estas iniciativas es innegable en el contexto mexicano. De acuerdo con el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), las empresas que implementan programas sólidos de voluntariado logran incrementar el sentido de pertenencia de sus colaboradores en un 30%, lo que a su vez potencia el impacto positivo en la sociedad.
Impacto en salud y educación desde el voluntariado
En el estado de Puebla, las 23 actividades voluntarias abarcaron sectores críticos como la salud y la infraestructura educativa. El programa “Volkswagen x la Educación” ofreció charlas universitarias para fortalecer proyectos académicos, mientras que la iniciativa “Colorful Communities” permitió mejorar las instalaciones de una escuela en Coronango. De esta manera, se crearon espacios dignos que facilitan el aprendizaje de las nuevas generaciones.
Asimismo, en el ámbito de la salud, la iniciativa “Sabor que Transforma” brindó alimentos a familias en el Hospital del Niño Poblano. Por lo tanto, el acompañamiento emocional y el bienestar se convirtieron en el eje central de la estancia hospitalaria. En paralelo, el compromiso ambiental en la capital poblana se reforzó con jornadas de reforestación que sumaron 900 árboles adicionales en espacios públicos.
Cada una de estas acciones refleja un compromiso tangible con el bienestar social. Por consiguiente, la labor de los voluntarios trasciende la mera asistencia, creando conexiones humanas profundas que fortalecen el tejido comunitario en las zonas de influencia de la automotriz.
Construyendo comunidades más resilientes
El impacto del voluntariado de Volkswagen de México también se extendió a la vivienda y la seguridad alimentaria. En alianza con la organización TECHO, colaboradores participaron en la construcción de viviendas emergentes, facilitando el acceso a un hogar seguro para familias en situación vulnerable. Además, en coordinación con el Banco de Alimentos, se distribuyeron despensas esenciales para combatir la carencia alimentaria.
Alea Lozada Canudas, Directora de Comunicación Corporativa, enfatizó que estas acciones recuerdan que el tiempo donado con empatía tiene un valor incalculable. Por ende, Volkswagen reafirma que su cultura reconoce en cada voluntario una fuerza de cambio necesaria para el país.
En conclusión, la fuerza solidaria de Volkswagen dejó una huella imborrable en 2025. A través del programa “Por Amor a México”, la compañía continuará impulsando una cultura que valora la acción colectiva. De este modo, el éxito de la organización se mide no solo por su producción. También se mide por su capacidad de generar un desarrollo sostenible y humano en las comunidades donde opera.





