Turismo gastronómico redefine viajes y comunicación de marcas:
El turismo gastronómico se consolida como el motor principal de la elección de destinos para los viajeros, superando el interés por los monumentos. Las experiencias culinarias ahora son vistas como un lenguaje de cultura y sostenibilidad. Esta transformación ofrece a la comunicación de marcas un camino auténtico para construir narrativas, especialmente con millennials y generación Z.
Turismo gastronómico redefine viajes y comunicación de marcas
El viaje moderno experimenta una profunda redefinición donde la comida dejó de ser un simple complemento para convertirse en el corazón de la aventura. Hoy, la reservación de un restaurante puede determinar un itinerario de viaje. El turismo gastronómico trasciende el acto de “comer bien” y se centra en experiencias culinarias que conectan la cultura, la sostenibilidad y la identidad local.
En este contexto, las marcas encuentran en la gastronomía un vehículo poderoso para la comunicación de marcas auténtica. Según Carolina Trasviña, Client Services Director – Travel & Hospitality en la agencia de comunicación estratégica another, “La gastronomía dejó de ser un servicio para convertirse en un lenguaje”. Las marcas que entienden la cocina “como cultura en acción” logran proyectar propósito y autenticidad, construyendo vínculos emocionales con los viajeros.
Tendencias globales impulsan el fenómeno
Las cifras respaldan esta transformación, confirmando la magnitud del cambio. Un reporte de Grand View Research sitúa al turismo culinario como el segmento de lujo de mayor crecimiento, con un incremento proyectado de 9.5 % anual hacia 2030. Esta aceleración supera a otros viajes de alto nivel, lo que subraya la preferencia de los viajeros por experiencias memorables y con un sentido cultural.
Este impulso está liderado por los millennials, de quienes más del 60 % elige un destino motivado por su oferta culinaria, de acuerdo con Travel and Tour World. Su hábito de documentar y compartir en redes sociales convierte a chefs y restaurantes en amplificadores de tendencias. Por su parte, la generación Z busca una inmersión más crítica, valorando la autenticidad, la sostenibilidad y la conexión con la comunidad local. Esta generación demanda experiencias culinarias que van más allá de lo exclusivo, buscando lo espontáneo y lo que les permite integrarse en la vida cotidiana.
Gastronomía como plataforma estratégica
El auge de la gastronomía está intrínsecamente ligado a un ecosistema mediático que la ha convertido en un espectáculo global, impulsado por influencers, programas de televisión y festivales. Para las marcas y destinos, este escenario abre una oportunidad única de storytelling vivo, permitiendo la comunicación de marcas sobre valores como innovación o identidad de origen.
La fuerza del turismo gastronómico también se mide en el bienestar. La investigación publicada en Heliyon (2024) confirmó que las experiencias culinarias de calidad mejoran la satisfacción y el bienestar subjetivo de los turistas. Esto convierte el acto de comer bien no solo en un placer, sino en una fuente de felicidad y recuerdo duradero.
En conclusión, el turismo gastronómico se ha reinventado como una plataforma estratégica de comunicación de marcas y cultura. Para los viajeros, significa descubrir una identidad a través del paladar; para marcas y destinos, representa la oportunidad de construir confianza, reputación y comunidad a partir de un lenguaje universal como la comida.