Procuración de fondos: de la caridad a la inversión social.
- La procuración de fondos exige cada día a las OSFL no solo un compromiso total, sino que también requiere que se actúe con metodología y un sentido de responsabilidad.
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La procuración de fondos es una actividad fundamental de las organizaciones sin fines de lucro (OSFL) y aunque su concepción ha venido transformándose por un enfoque más integral que agrupe la diversidad de recursos que a través de diferentes estrategias se gestionan en busca de resultados costo-efectivos, es muy valioso comprender sus antecedentes.
La procuración de fondos o fundraising se entendió inicialmente como una actividad para el financiamiento de la administración de las ONGs, sin embargo, la complejidad y profesionalización de sus intervenciones han requerido la necesidad de ampliar sus metas financieras y diversificar sus fuentes y hasta crear, en algunos casos, áreas especializadas para el logro de dichos objetivos, aunque existen OSFL que cuentan con patrimonio propio y que han sido capaces de prescindir de ella, la gran mayoría siguen presentando problemas de precarización ya que no cuentan con procesos sistémicos, sin eficiencia y sin personal capacitado para tal efecto.
Los antecedentes filantrópicos de la procuración de fondos
La filantropía no es un fenómeno reciente, ha existido desde hace mucho tiempo y se define como toda acción voluntaria que se realiza para el bien común que ha estado relacionada sin duda con la procuración de fondos.
En el caso de México, el calpulli, el tequio y las escuelas fueron agrupaciones que existieron en el mundo prehispánico y funcionaron de forma relativamente similar a las instituciones filantrópicas actuales. Resolvían temas de avance social como la educación de los niños y brindaban apoyo en la realización de actividades de interés comunitario: festejos tradicionales y religiosos
En la Colonia, la Iglesia fue la institución que encabezó la mayor parte las acciones de ayuda comunitaria, desde una óptica religiosa y compasiva en la que las donaciones tendrían su mayor antecedente convirtiéndolo en un régimen asistencialista. Luego en la Reforma sería el Estado el nuevo actor el que asumiría el control de un régimen de beneficencia.
Sin embargo, en la década de los años ochenta comenzó el debilitamiento del Estado mexicano y el desarrollo de la filantropía y la sociedad civil. Aunado a la emergencia de organizaciones ciudadanas con necesidad de financiamiento a raíz del sismo de 1985 en la Ciudad de México.
La procuración de fondos fue identificada como “fundraisin”, una expresión anglosajona que proviene de “fund” (fondos/recursos) y “raising” (del verbo to raise, captar/recaudar/procurar/conseguir/obtener) es decir se presentaba coloquialmente como una acción directa de captar fondos o recaudar fondos.
Desde la concepción de la procuración de fondos, es esta la estrategia de financiamiento de las OSFL, entendida como el conjunto de actividades que realizan estas organizaciones para administrar recursos de terceros que les permitan operar sus intervenciones sociales.
Los fondos son entendidos como recursos financieros en los que participan: personas físicas, morales, gobierno, empresas, fundaciones y la cooperación internacional quienes invierten en causas específicas construyendo una bolsa financiera con aportaciones.
Son las OSFL las que se encargan de administrar los fondos y operar las acciones en beneficio de causas y personas. De esta manera el donativo es más que solo un acto de caridad por parte de quien lo realiza, el papel del donante como el de la OSFL a la hora de la donación es un proceso a través del cual se armonizan las necesidades y deseos del mundo exterior con los propósitos, recursos y objetivos de la institución que debe ser ético y transparente. En ese sentido, el concepto de donativos queda limitado por lo que se requiere incluir nuevos conceptos como el de inversión social, que hace referencia a un compromiso mayor de quien recibe, administra y ejecuta los recursos invertidos por la gente o las empresas.
Distinguir entre actos de caridad, obtener recursos y desarrollar procesos de inversión social es fundamental ya que las OSFL pueden convertirse en prisioneras de la procuración de fondos por confundirlo con su misión y de esta manera enfrentar una crisis de identidad. Y es que el propósito de un proceso de obtención de fondos es, precisamente, para que les permita a dichas organizaciones cumplir su misión sin que esta esté subordinada a la procuración de fondos. Es por esta razón que, actualmente, los profesionales del sector prefieren hablar de desarrollo o movilización de recursos en lugar de procuración. Procurar fondos muchas veces se interpreta como pedir caridad en cambio desarrollo de fondos o movilización de recursos se refiere a crear una red que apoye a la organización porque esta ha demostrado resultados e impacto positivo.
La procuración de fondos exige cada día a las OSFL no solo un compromiso total, sino que también requiere que se actúe con metodología y un sentido de responsabilidad.