El gigante informático, Microsoft, lanzó una campaña para apoyar a las Organizaciones de Sociedad Civil (OSC) a través de la campaña Upgrade Your World.
El gigante informático, Microsoft, lanzó una campaña para apoyar a las Organizaciones de Sociedad Civil (OSC) a través de la campaña Upgrade Your World.
A raíz del lanzamiento de su más reciente sistema operativo, Windows 10, el gigante comandado por Satya Nadella se comprometió a tratar de mejorar el mundo, a través de esta iniciativa. El objetivo, es dar “una mano a los que más lo necesitan” dijo Teresa Rodriguez, directora de comunicación para Microsoft México en entrevista.
Upgrade Your World apoyará a con un donativo para 10 organizaciones no gubernamentales a nivel mundial y apoyará a 10 organismos locales en 10 países. La iniciativa a nivel local fue lanzada en: Australia, China, Francia, Alemania, India, Japón, Kenia, México, Reino Unido y Estados Unidos. De América Latina, México es el único representante.
Entre las organizaciones que están recibiendo apoyo se encuentran: Save The Children, The Malala Fund (la Fundación de Malala Yousafzai), Code.org, Keep a Child Alive, CARE, Pencils of Promise, Olimpiadas especiales, Global Poverty Project y Nature Conservancy.
La fundación Freedom Beagle Project fue seleccionada a nivel mundial y recibirá una donación de 500,000 dólares. La organización dedicada a rescatar, rehabilitar y dar hogar a animales que han sido parte de investigaciones en investigaciones en todo el mundo.
Hasta el momento en nuestro país han sido seleccionadas cinco fundaciones: Funabec, Fundación Cinepolis, Michou y Mau, Reforestamos México y 1 kg de ayuda. La organización que más votos reciba será el próximo ganador.
La votación estará abierta hasta el 23 de septiembre próximo y el 1 de octubre se dará a conocer a los ganadores.
Para votar se debe utilizar el hashtag #Upgradeyourworld y votar por la ONG a través de las redes sociales.
La campaña busca que además de que las comunidad ayude a seleccionar al organismo que se le donará, que conozcan el trabajo de cada organización.
Fuente: El Economista – Antonio Becerril