A pesar de que el protagonismo que goza el “deporte de las patadas” a nivel mundial, coloca en la mira de todos a los equipos del balompié, la responsabilidad social no es sólo cuestión de los equipos de futbol en el ámbito deportivo, como comentamos en el artículo RSE como modelo de sustentabilidad en el futbol.
Tan es así que en diversas disciplinas deportivas surgen iniciativas de responsabilidad social y deportistas preocupados por aportar algo a la comunidad, ya sea local o global.
Un ejemplo es la National Basketball Asociation (NBA), que cuenta con un proyecto social de grandes dimensiones al que dota con el equivalente a 10% de las inversiones en patrocinio de las principales marcas a nivel mundial. Es decir, la NBA “sacrifica” una parte importante de sus ingresos para desarrollar el concepto de responsabilidad social. El objetivo no es lograr mayor difusión de la NBA en todos los países, aunque indirectamente es obvio que lo logra, sino prestar ayuda tanto en su propia comunidad como fuera de ella. El proyecto NBA Cares cuenta con los mejores embajadores que podría tener: íconos del baloncesto como Kobe Bryant y Lebron James.
Otro caso es el ciclista español Alberto Contador, ganador de las tres grandes vueltas del mundo (Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta de España), él pone el foco de su fundación en la promoción de la bicicleta y el ciclismo con acciones como la donación de bicicletas en países desfavorecidos, la difusión de los beneficios de la práctica del ciclismo para la salud o el uso de la bicicleta como medio de transporte eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Una iniciativa más la protagonizó el nadador Jaime Caballero, quien cruzó —ida y vuelta— el Canal de la Mancha para dar visibilidad a la problemática de la esclerosis lateral amiotrófica y recaudar fondos destinados a su investigación; todo esto a través de su asociación Siempre Adelante.
El tenista Rafael Nadal, clasificado entre los primeros lugares de la ATP, cuenta con diferentes proyectos como escuelas de educación integral y un centro de entrenamiento y practica de tenis en la India, junto con la Fundación Vicente Ferrer.
Y para regresar a México y al futbol, está el caso de Rafael Márquez, quien después de pasar varios años en el FC Barcelona conoció a detalle la fundación de ese club y decidió abrir una propia con su nombre en nuestro país. El objetivo es promover el desarrollo integral de las niñas y niños de comunidades marginadas, para que tengan mayores oportunidades y alejarlos de vicios como alcoholismo, drogadicción, prostitución infantil; todo esto ayuda a mejorar su calidad de vida.
La lista parece no tener fin cuando se trata de clubs y rostros del deporte que además de conseguir trofeos y marcas buscan alcanzar, con sus acciones de responsabilidad social, una recompensa emocional que no entiende de oro, plata ni bronce.
Fuente: Mundo Ejecutivo / IdeasRSE