Fundación SURA es lanzada en México con el panel “Aprender es Más”: En México, de cada cien niñas y niños que entran a primero de primaria a los 6 años de edad sólo 57 entran oportunamente a bachillerato. Menos de cuatro de cada diez niños en sexto grado de primaria general aprenden lo esperado, y son menos de dos de cada diez si se trata de primaria indígena.
Fundación SURA es lanzada en México con el panel “Aprender es Más”
Este es uno de los principales resultados locales del estudio “Aprender es más: hacer realidad el derecho a la educación en América Latina”, realizado por Fundación SURA y por Mexicanos Primero como parte de la Red Latinoamericana por la Educación (REDUCA). La investigación, que se dio a conocer hoy, en el marco del lanzamiento de Fundación SURA en el país, confirma que el continente ha avanzado significativamente en los índices de acceso y cobertura, pero ello todavía no ha ido aparejado con la garantía del derecho a aprender de todas y todos.
El estudio profundizó en las realidades educativas de cada uno de los 14 países que participaron. En el caso de México, destacan avances en el acceso a la educación preescolar de niñas y niños de 4 y 5 años, pero aún se está lejos de lograr que niñas y niños ingresen oportunamente al preescolar a los 3 años de edad. Igualmente, las oportunidades de alto desempeño son excluyentes: en México menos del 1% de las y los estudiantes alcanzan el nivel “sobresaliente” en las evaluaciones de PISA.
Acerca del estudio “Aprender es más”
En la investigación realizada por Fundación SURA, REDUCA y Mexicanos Primero, se identifican los retos que enfrentan los gobiernos y actores del sistema para transitar desde la noción del derecho a “acceder a la educación”, como un servicio, al derecho a aprender con sentido, calidad y foco en las habilidades del siglo XXI. En otras palabras, no basta con matricularse y asistir a la escuela si esto no se traduce en aprendizajes relevantes al contexto actual o si las trayectorias educativas se ven interrumpidas.
En este sentido, el estudio confirma que en el continente existe una deuda con la calidad de los aprendizajes: los resultados de PISA muestran que los países de Latinoamérica tienen un desempeño más bajo de lo esperable para su desarrollo político y económico. La mitad de los estudiantes de la región tienen bajo desempeño, es decir, no cuentan con los conocimientos y habilidades esenciales para participar plenamente en la sociedad y los estudiantes pobres se desempeñan dos años y medio de escolaridad por debajo de sus pares más ricos.

Pero el bajo logro de aprendizaje en Latinoamérica no es tanto un tema de capacidades como de oportunidades justas y equitativas. En la zona existen profundas desigualdades que se ven reflejadas sobre todo en los indicadores socioeconómicos. Según la Unesco (2017), el número de personas pobres llegó a 186 millones, lo que equivale al 30,7% de la población de la región. En México, más de la mitad de niñas y niños viven por debajo de la línea de la pobreza. La educación es el principal motor de desarrollo, por lo cual urge tomar medidas para mejorar la calidad de los aprendizajes y así superar la exclusión.
El estudio destaca que no sólo se requiere que los Estados cumplan las obligaciones establecidas en convenciones internacionales de educación y desarrollo, sino que debe activarse la corresponsabilidad de toda la sociedad: las demás áreas del sector público, el sector productivo, la sociedad civil organizada y a las familias. ¿Cuáles son los principales desafíos a enfrentar? Según la investigación, el primero es garantizar las trayectorias educativas completas, pero no sólo como “asistencia” sino impulsando mecanismos de acompañamiento que permitan superar cualquier barrera de aprendizaje.
El estudio también señala que es necesario fomentar la participación de las y los estudiantes como sujetos activos, que deben ser escuchados. En esta propuesta, la escuela se concibe como un espacio donde los jóvenes tienen la posibilidad de pensar, reflexionar, proponer y ser protagonistas en sus procesos de aprendizaje.
Otro de los principales retos es garantizar que cada niña, niño y joven aprenda lo que quiere y necesita desde el nacimiento y a lo largo de la vida. Se trata de apuntar a la formación de ciudadanos capaces de tomar decisiones, analizar contextos de manera crítica y adaptarse a un mundo cada vez más cambiante y exigente.
¿Cómo lograr fortalecer estas competencias, incluida la formación ciudadana?
El trabajo de Fundación SURA, REDUCA y Mexicanos Primero propone la creación de programas que se focalicen en los sectores más vulnerables, la flexibilidad curricular, la participación de la ciudadanía y las familias, y la implementación de metodologías innovadoras. Potenciar el rol del
profesorado y el liderazgo de los equipos directivos es otro de los grandes desafíos que Latinoamérica tiene en materia educativa. Este es un aspecto clave en el éxito de todo sistema educativo, por lo cual es crucial avanzar en políticas diferenciadas que permitan una mejor formación y condiciones laborales de estos profesionales, para lograr una mejora en los resultados de aprendizajes de los estudiantes.
Para más información sobre el estudio “Aprender es más” y la Fundación SURA en México, ingrese a www.fundacionsura.com