Antes de iniciar cualquier plan de responsabilidad social es recomendable revisar algunos parámetros internacionales. Responder a necesidades sociales, fijarse metas y evaluar, son algunas claves.
Contar con un programa de Responsabilidad Social Empresarial sólido, bien definido, con impacto a largo plazo y que genere resultados medibles y confiables es una tarea en la que se han venido involucrando las organizaciones, desde las Pyme hasta las grandes multinacionales. Ya no solo se trata de una iniciativa voluntaria. Ahora se percibe como una estricta condición de mercado, en el que la RSE otorga valor a la marca, mejora la imagen corporativa y el desempeño financiero, genera confianza por parte de las comunidades en las que opera y fideliza a los consumidores.
“De ahí que la puesta en marcha de un programa de Responsabilidad Social no es una cosa que se pueda tomar a la ligera. Un manejo inadecuado del tema puede poner en riesgo la credibilidad y reputación de la compañía. Por eso, es indispensable contar con una buena guía y con herramientas adecuadas que orienten la planificación”, señala Gustavo A. Yepes, director de Gestión y Responsabilidad Social de la Universidad Externado de Colombia. Tal institución, además de sus programas de especialización y Maestría en Responsabilidad Social y Sostenibilidad, lidera desde el 2006 el Proyecto Primeros Pasos en RS en convenio con la Red Local del Pacto Global de las Naciones Unidas. Tal iniciativa, a la fecha ha beneficiado con acompañamiento y asesoría gratuita a más de 250 pequeñas y medianas empresas. Los siguientes son una serie de pasos que la universidad recomienda tener en cuenta a la hora de montar un programa socialmente responsable.
1. Cumpla con la ley
Lo primero que hay que evaluar es si la organización está cumpliendo con la legislación y las normas internacionales en todas y cada una de sus áreas y operaciones. Todo lo que se hace más allá de la legalidad entra en el terreno de la RSE.
2. Necesidades sociales, una oportunidad
Un programa de RSE exitoso es aquel que logra responder de forma sostenible y efectiva a las necesidades o problemáticas sociales, ambientales y económicas de la sociedad. Para ello se deben mapear los riesgos asociados a la actividad de la compañía en toda su cadena de valor, con el objetivo de establecer temas críticos que requieren planes de inversión y compromiso.
3. Busque orientación
Antes de iniciar cualquier plan de responsabilidad social es recomendable revisar algunos parámetros internacionales que
guían a las empresas al respecto, le ofrecen una visión general de los desafíos que enfrenta, las fortalezas institucionales que puede aprovechar y las áreas en las que se puede focalizar de acuerdo con la región donde opera, sector y actividad. Para ello, existen principios, guías y estándares que pueden servir de orientación. Entre las más reconocidas están los 10 Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas; la Guía ISO 26000; los indicadores de Global Reporting Initiative (GRI) y los Lineamientos para Empresas Multinacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
4. Dialogue con sus grupos de interés
Para que su estrategia de RSE sea pertinente, es necesario contar con la participación de todas las partes interesadas (comunidades de las zonas de influencia, contratistas, proveedores, consumidores, empleados, ejecutivos, accionistas, inversionistas, beneficiarios directos de los planes de inversión, etc.). No se trata de imponer sino de construir un programa que tenga en cuenta las necesidades, preocupaciones y expectativas de todos los implicados, lo que permite generar confianza.
5. Siga los objetivos de la organización
En este paso se analizan los intereses, perspectivas y planes futuros de la organización. Por ejemplo, la Visión y Misión de la misma deben coincidir con los proyectos de responsabilidad social de modo que estos apoyen el logro del futuro deseado para la compañía. Asimismo, todos los planes de RSE deben ser acordes con los valores corporativos, deben ser sostenibles financieramente y generarle valor agregado a la empresa.
6. Identifique proyectos viables
Es necesario evaluar los recursos y capacidades que la organización puede poner al servicio de la RSE con el fin de determinar en qué medida cumplirá los objetivos y retos del programa que desea implementar y en qué plazo, según las expectativas de los grupos de interés.
7. Revise indicadores sociales y planes de gobierno
Uno de los aspectos para lograr que las acciones de las empresas y organizaciones se traduzcan en aportes significativos al desarrollo, es planificar la RSE en el marco de las políticas públicas vigentes. Para esto se requiere revisar indicadores sociales (salud, educación, empleo, acceso a servicios públicos, entre otros) y planes de desarrollo de la región o comunidad que se va a beneficiar.
8. Defina los proyectos
Aquí la empresa define el problema o situación que quiere mejorar: concreta acciones y fija metas, objetivos, actividades, recursos, presupuesto, responsables e indicadores. Una buena planificación impide caer en el asistencialismo o en la atención de necesidades ‘cortoplacistas’, por lo que todas las estrategias de RSE deben tener una visión de largo plazo, comprometer a los interesados y ser lo suficientemente sostenibles en el tiempo.
9. Evalúe
Por más estructurado y bien planeado que esté un proyecto, es importante realizar un seguimiento continuo y evaluaciones de su desempeño. Para lo cual es necesario crear una estrategia de monitoreo que permita medir los impactos generados, avances, errores y logros. En este caso es recomendable hacer uso de indicadores de gestión.
10. Comunique
La continuidad de un programa de responsabilidad social depende de los resultados y beneficios que tenga para la compañía y sus grupos de interés. Reportar resultados de forma clara, veraz, periódica y transparente genera confianza en el proyecto, por lo que herramientas como los informes de gestión y los reportes de sostenibilidad son de gran ayuda.
Fuente: El Tiempo