Son 230 edificios con la certificación LEED (Leadership in Energy & Enviromental Design) en México, gran parte de ellos ubicados en Distrito Federal, Nuevo León, Estado de México y Jalisco.
A este escenario se integrarán en el corto plazo gran parte de los 223 inmuebles en proceso de certificarse bajo los lineamientos del U.S. Green Building Coincil, que en su versión 4 tiene 5 categorías y 7 áreas que miden las acciones que toma un desarrollo desde su planeación hasta su entrada en operación en materia de sustentabilidad.
Sin embargo, este número que importa por el desarrollo alcanzado en los últimos años, dista de lo que en realidad norma la evolución de criterios en pro del medio ambiente en el mundo.
Para ello está creciendo la incorporación de otras opciones como el esquema que promueve BOMA (Buildings Own & Management Association) para medir las mejores prácticas de desarrolladores e inquilinos, incluso en el área de administración y operación de los inmuebles, o bien el esquema Energy Star.
En conjunto con el IMEI, BOMA está promoviendo diversos programas que contribuyan con la capacitación y culturización respecto al tema.
La preocupación del aún elevado consumo energético de edificios, centros comerciales, industrias y usos mixtos, no ha desaparecido. La industria inmobiliaria genera al año 136 millones de toneladas de construcción y desperdicios de demolición, que arrojan un promedio per cápita al día de 1.3 kilogramos.
No obstante, lejos de eso el razonamiento financiero de invertir en sistemas sustentables se ha transformado en lógicas que a la larga mejoran el performance y estado de los edificios en el mediano y largo plazo.
Se estima, según lo comentado en un foro organizado por el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI) hace unos días, que luego de inaugurado un inmueble requiere invertir al menos 35 por ciento de su valor en renovación y modernización, para dar vida útil.
La delicada situación es que en esquemas como BOMA se privilegia el desempeño energético una vez que el inmueble entra en operación. Baste decir que sólo atender el consumo energético permite atender más de la mitad del costo operativo de la edificación.
La triste realidad es que hoy día, ante la falta de sistemas de operación y mantenimiento, existen proyectos certificados y con altos estándares de automatización que no utilizan la tecnología instrumentada, e incluso muchos de ellos no disponen del personal capacitado para generar estrategias y acciones que atiendan estrategias de renovación y modernización.
Así que tome nota de que el camino verde va mucho más allá del bench marking y que ante los altos costos de la energía, optar por un esquema de certificación ayuda al performance financiero del inversionista, pero también a contribuir con la reducción en el consumo energético.
ULI también debate
Durante una tarde completa, autoridades e iniciativa privada abordarán una profunda discusión sobre la innovación y las historias verdes que marcan el camino por el que muchos en el negocio inmobiliario han decidido optar. Participan Sara Topelson actual Chairman de ULI México, Felipe de Jesús Gutiérrez titular de SEDUVI, Harrison Lee, cabeza de LG Electronics México, Sergio Leal, presidente de Vinte y Jorge Hagg Hagg, presidente del Comité de Selección del Premio IMEI 2015.
Sin duda será un debate de fondo que mucho dejará en tiempos que la culturización sobre la ola verde puede aportar al actual estado del ciclo inmobiliario del mercado.
Retail muy legal
Sería muy difícil entender la evolución de un proyecto inmobiliario o el mercado de capitales y otras tendencias inmobiliarias, sin el valor que representa el elemento legal en cada proceso.
Fuente: El Financiero