Actualmente, contar con un nombre de dominio resulta fundamental para trasladar el nombre de una persona, marca u organización del mundo físico al digital.
No obstante, un número importante de organizaciones sin fines de lucro siguen sin contar con una dirección de Internet.
Los nombres de dominio forman parte de un grupo de recursos críticos de Internet conocidos como identificadores únicos. Su administración se enmarca en el complejo sistema de la Corporación para la Asignación de Números y Nombres en Internet, conocida como ICANN por su sigla en inglés.
ICANN es una de las principales organizaciones de la comunidad de Internet, que impulsa sus labores conforme al modelo de múltiples partes interesadas. Anualmente, esta entidad realiza tres reuniones públicas presenciales en diversas partes del mundo. La más reciente -la número 56– ocurre en Helsinki, Finlandia, entre el 27 y el 30 de junio.
Cualquier persona puede asistir a las reuniones de ICANN de manera presencial o remota. Asistir facilita el contacto con los integrantes de una comunidad tan diversa como lo son los intereses presentes en Internet.
Los intereses no comerciales
Una de las comunidades enfocadas en los intereses operacionales de las organizaciones sin fines de lucro al interior de ICANN es conocida como NPOC. En su Comité Ejecutivo, integrado por seis personas, destaca Martín Silva, un abogado argentino involucrado en ICANN desde 2013 gracias al programa de becarios impulsado por la organización.
En entrevista con Poblanerías en línea, Martín Silva comparte la necesidad de que más organizaciones sin fines de lucro se interesen por las labores impulsadas desde ICANN. Para él, es necesario difundir que cualquier entidad tiene intereses por defender en la organización sin importar su giro.
Toda la vida de una ONG puede ser impactada de forma positiva o negativa por lo que pasa en Internet. Tener un nombre de dominio significa tener acceso a Internet.
Silva no pierde de vista que muchas organizaciones han optado por elegir servicios gratuitos para llegar a Internet. Sin embargo, reconoce que esta opción podría no ser la mejor porque al elegir este camino, las ONG dejan de tener control sobre el tratamiento de su información y contenidos.
Invertir para vivir en Internet
Hace varios años, el mercado de los nombres de dominio vivió una expansión importante gracias a la llamada burbuja del punto com, cuando surgió una gran cantidad de empresas asociadas a Internet. En aquel tiempo, el dominio .com era sinónimo inequívoco de presencia en Internet.
A terminaciones como “.com” “.net” o “.org” se les conoce como dominios de nivel superior genéricos (gTLD). En cambio, aquellos que se encuentran asociados con algún país o territorio, se les llama dominios de nivel superior de código de país (ccTLD).
Ahora, la evolución de los nombres de dominio ha permitido que existan nuevos gTLD tan diversos que incluyen desde marcas -como Oracle o Nissan- hasta palabras cotidianas como meme, pizza o bar.
No obstante la diversidad, muchas organizaciones sin fines de lucro no hace uso de un nombre de dominio para tener presencia en Internet, comenta el experto. Esto abre la puerta a abusos entre los que se encuentra el fraude:
“Cada vez que hay una crisis humanitaria, aparecen decenas o cientos de páginas con nombres similares o fraudulentos queriendo imitar y robarse esos fondos. Es una pérdida millonaria para las ONG y deconstruye la confianza de la comunidad”.
La recomendación del abogado es que las organizaciones inviertan recursos en un dominio personalizado, a pesar de los costos asociados. Las consecuencias de lo contrario pueden ser demasiado costosas.
Cómo involucrarse
Martín Silva recalca la necesidad de que cualquier organización sin fines de lucro se involucre en los trabajos de ICANN. Durante la entrevista, señala en repetidas ocasiones que la labor de las ONG interesadas no deben ser forzosamente relacionadas con Internet para poder participar.
Participar en ICANN significa que las organizaciones ayudan a forjar la Internet de mañana. Para las ONG, esto representa una sinergia exponencial que no se ha explotado.
Para facilitar la inclusión de nuevas personas y organizaciones, ICANN dispone de recursos variados, incluyendo guías en diversos idiomas y una página dedicada a las personas interesadas que no conocen la organización. También ofrece una variedad importante de cursos en línea a través de la plataforma ICANN learn.
Además, para facilitar la participación presencial de un mayor número de interesados, ICANN también ofrece un programa de becarios. El esquema permite que la organización financie el viaje de un número determinado de personas, al tiempo que les acompaña con un programa de capacitación personalizado.
La intención del programa es que los becarios asuman papeles de liderazgo al interior de ICANN -como ha ocurrido con Martín-, promoviendo mayor participación y un número creciente de involucrados.
Fuente: Poblanerías